Está haciendo calor. Mucho calor. Más de lo normal. Porque vale que estamos en julio y tiene que hacerlo, pero no tanto. Estamos en plena ola de calor, con temperaturas por encima de los 40º y con alerta roja en algunas zonas de la península, desde Ourense a Huelva y desde Salamanca hasta Jaén.

Pero claro, “una cosa es el tiempo y otra es el clima”, te dirán. Y es verdad. Las olas de calor, las sequías, las inundaciones y, en general, todos los fenómenos meteorológicos extremos no habituales en el pasado, son el resultado del cambio climático.

infografía calentamiento global

 

El calentamiento global inducido por el ser humano está aumentando a 0,2° por década

El ser humano, culpable

¿De quién es la culpa? “La década de 2011-2020 fue la más cálida jamás registrada, con una temperatura media mundial en 2019 superior en 1,1° a los niveles preindustriales. El calentamiento global inducido por el hombre está aumentando actualmente a un ritmo de 0,2° por década”. advierte la Comisión Europea.

“El CO2 producido por la actividad humana es el principal responsable del calentamiento global. En 2020, su concentración en la atmósfera había aumentado hasta un 48 % por encima de su nivel preindustrial (antes de 1750)”, añade.

El mes de mayo ha sido extremadamente cálido; 3º por encima de la media

Un año caluroso

Según datos de AEMET, este año “el mes de mayo ha sido en conjunto extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 18,1 °, valor que queda 3,0 ° por encima de la media de este mes (periodo de referencia: 1981-2010). Se ha tratado del segundo mayo más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, tan solo por detrás de mayo de 1964, y del más cálido del siglo XXI”.

La agencia destaca las “anomalías cercanas a +3° en amplias zonas del interior de Galicia, Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha e interior de Andalucía”. Incluso se alcanzaron valores superiores a +4° en algunos puntos de estas regiones.

Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático

Cambio climático

La ONU también incide en el impacto de la Humanidad en el cambio climático, que puede tener también causas naturales, como las variaciones del ciclo solar. “Pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido su principal motor, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas”, señala.

Según sus datos, “las emisiones siguen aumentando”. Algo, que tiene un efecto mucho mayor de lo que se puede pensar a primera vista: “Mucha gente piensa que el cambio climático significa principalmente temperaturas más cálidas. Pero el aumento de la temperatura es sólo el principio de la historia. Como la Tierra es un sistema, en el que todo está conectado, los cambios de una zona pueden influir en los cambios de todas las demás”.

Entre esas consecuencias, las Naciones Unidas destacan “sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad”.

Alcanzar las cero emisiones netas de CO2, clave para detener el calentamiento global

Calor y emisiones

La Nasa, por su parte, asegura que “el océano ha absorbido gran parte de ese incremento de calor”. Esto ha hecho que los primeros 100 metros de su agua estén 0,33º más templados desde 1969. Un 90% de ese exceso de energía acaba en él.

La Unión Europea razona que “dado que cada tonelada de CO2 emitida contribuye al calentamiento global, todas las reducciones de emisiones contribuyen a ralentizarlo”.

Por eso, “para detener por completo el calentamiento global, deben alcanzarse las cero emisiones netas de CO2 en todo el mundo. Además, reducir las emisiones de otros gases de efecto invernadero, como el metano, también puede surtir potentes efectos a la hora de ralentizar el calentamiento global, sobre todo a corto plazo”.

Los gases de efecto invernadero son el principal motor del cambio climático

Efecto invernadero

Porque los gases de efecto invernadero son, según la UE, “el principal motor del cambio climático”. “Algunos gases de la atmósfera terrestre actúan de forma parecida al cristal de un invernadero: retienen el calor del sol e impiden que escape al espacio, provocando así el calentamiento global”, explica.

Entre ellos, destacan el dióxido de carbono (CO2), el metano, el óxido nitrosoy los gases fluorados.

Se necesitan recursos financieros e inversiones sólidas

Más inversión

Según la ONU, “se necesitan recursos financieros e inversiones sólidas para hacer frente al cambio climático, tanto para reducir las emisiones como para promover la adaptación a los efectos que ya se están produciendo y fomentar la resiliencia. Sin embargo, los beneficios que derivan de estas inversiones superan cualquier coste inicial de forma drástica”.

Según los datos de octubre de 2019 del Banco Mundial , el mundo necesitará hacer en los próximos 15 años una inversión significativa en infraestructura, cercana a los 90 billones de dólares estadounidenses para 2030. “Pero puede recuperar esas inversiones. Se sabe que la transición a una economía ecológica puede abrir nuevas oportunidades económicas y de empleo. Una inversión de 1 dólar estadounidense, de media, se traduce en 4 dólares de beneficios.”.