Tanto en el fútbol como en la vida, una de las máximas es rendir en los momentos importantes. El día ‘D’ a la hora ‘H’, estar preparado para dar lo mejor de uno mismo. A lo largo de la historia del balompié, muchos son los deportistas que, en las grandes citas, sacaban a relucir su mejor repertorio. Cristiano Ronaldo, Leo Messi, Maradona, Pelé, Cruyff… ninguno de ellos solía fallar en partidos de altura, pero había un futbolista fuera del Olimpo del fútbol, que cuando tenía que enfrentarse a Golliat, siempre se convertía en David: Carlos Kameni.

La historia de Kameni comienza en su país natal, Camerún. Se formó en el Benicarló Base Fútbol, club en el que estuvo hasta los 16 años, edad con la que acudió a los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y se convirtió en el portero más joven en lograr un oro olímpico. En aquella selección camerunesa que se impuso a la España de Xavi, Puyol o Marchena en la tanda de penaltis, había jugadores como el mítico Samuel Eto’o y Lauren, jugador que sería muy importante en el Arsenal de los ‘Invencibles’.

La recurrente pesadilla del FC Barcelona

Los Juegos fueron el trampolín perfecto para Kameni, que dio el salto a Europa para formar parte de las filas del le Havre. Fueron cuatro los años que estuvo en Francia, sin gran protagonismo, antes de recalar en La Liga española, donde se convertiría en leyenda. El Espanyol le abrió sus puertas gracias a una recomendación del exguardameta perico, Thomas N’Kono, que era el preparador de porteros del club. Estuvo ocho años defendiendo la camiseta espanyolista, logrando una Copa del Rey y llegando a la final de la UEFA Europa League. Fue en el cuadro perico donde se cruzó por primera vez con el FC Barcelona, y desde entonces, se convirtió en la pesadilla de los azulgranas.

El 16 de octubre de 2004, un joven Kameni de 20 años apenas había disputado cuatro encuentros ligueros, pero había dejado muestras de su calidad dejando sin goles a todo un Real Madrid en la tercera jornada. Llegó entonces el Barça de Ronaldinho y Eto’o a Cornellá. El Espanyol cayó 0-1, pero el portero camerunés realizó una gran actuación. En el partido de vuelta consiguió no encajar un solo gol culé para dejar un 0-0 en el marcador.

Sería la primera de las siete porterías a cero que logró contra el FC Barcelona, más que ningún otro guardameta en este siglo. Kameni fue el portero en el ‘Tamudazo’ que le hizo perder la liga a los azulgranas, y años después, ya como cancerbero del Málaga, mantuvo su portería a cero en los dos partidos de la temporada 2016/17 contra el Barcelona para arrebatarles de nuevo el campeonato doméstico. Fue la última temporada que se midió a los catalanes.

Sus amargas despedidas del Espanyol y el Málaga y su aventura por África

Kameni fue ídolo en los dos clubes españoles en los que militó. Tuvo que salir del Espanyol tras un incidente con el técnico, Mauricio Pochettino. En una entrevista, el camerunés dijo que todo empezó con su apoyo público en rueda de prensa a la leyenda perica Raúl Tamudo, a la que el entrenador argentino no iba a dejar despedirse de Cornellá en su último partido con el Espanyol. En el mercado invernal de 2012 la situación ya no era sostenible y el Málaga le firmó. Comenzó siendo el suplente de Willy Caballero y esperó paciente su oportunidad, que llegaría en la temporada 2014/15. Pese a que el cuadro andaluz había fichado a Ochoa en verano de 2014 tras su destacado mundial, Javi Gracia le dio la titularidad a Kameni, que no la desaprovechó.

En Málaga vivió algunos de sus mejores años como profesional, firmando actuaciones clave en un equipo que ya comenzaba su declive tras unas temporadas históricas. Se convirtió en el portero extranjero con más partidos en la historia de la Liga (superado recientemente por Jan Oblak). Sin embargo, el entrenador en aquel entonces, Míchel, no contaba con él al finalizar la temporada 2016/17. En su lugar, pidió a Roberto, segundo portero del Espanyol, y el camerunés aceptó una oferta del Fenerbache turco. Ambas partes salieron perdiendo, ya que el Málaga descendió al año siguiente y Kameni no tuvo fortuna en Turquía.

Tras salir del Fenerbache en 2019 después de ser apartado del equipo, el camerunés colgó los guantes durante unos años. No volvió a disputar un encuentro hasta que, en 2021, el ex del FC Barcelona, Alexander Song, le contactó para jugar en el Arta/Solar7 de Yibuti. Pasó del fútbol de élite a campos de hierba artificial precarios. Después de su aventura en África, donde consiguió un doblete, fichó por el UE Santa Coloma de Andorra, y en 2023, por el Antequera, donde solo estuvo durante la primera mitad de la temporada.

Su partido más importante, la lucha contra el racismo

Kameni ha disputado innumerables partidos de categoría, finales y duelos contra clubes gigantes,  pero su encuentro más importante y en el que jamás se ha escondido es su lucha contra el racismo. No han sido pocas las veces en las que se ha pronunciado en contra de la discriminación hacia las personas negras, discriminación que ha sufrido en varias ocasiones en forma de insultos mientras defendía una portería.

En un evento organizado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Málaga en colaboración con la Fundación ‘La Caixa’ en 2023, el meta se pronunció al respecto: "en España hay racismo, y hay que cortarlo y perseguirlo. No comparto eso de que en el deporte español no hay racismo. Lo hay cada domingo. Hay racismo y hay que cortarlo. Si decimos que no hay, va a seguir pasando". Kameni lleva desde su salida del Antequera sin equipo, y aún se resiste a colgar los guantes. El mundo del fútbol le debe una última aventura a aquel que enamoraba cada fin de semana con sus vuelos sin motor y su carisma irrepetible.

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