El Gobierno está inmerso en la preparación de un plan de reconstrucción de la economía y del tejido empresarial español, basado en los 140.446 millones de euros que podría obtener del fondo de recuperación de la Unión Europea, con el objetivo de recuperarse del impacto del coronavirus.
Pedro Sánchez ya ha anunciado que el plan beneficiará principalmente a los sectores más afectados por la pandemia, como son el turismo, el transporte y la automoción. Así, las industrias están estudiando cada situación concreta para solicitar las ayudas al Gobierno.
Turismo y construcción serán los dos sectores que más recibirán de la Unión Europea, siendo además los motores tradicionales de la economía española. En este caso, esperan recibir alrededor de 40.000 millones de euros, aproximadamente una tercera parte de la financiación total, aunque sus peticiones son muy superiores.
El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, ya ha explicado que el turismo español debería recibir entre el 20% y el 25% de las ayudas de la Unión Europea, lo que supondría alrededor de 30.000 millones. Exceltur, la patronal turística, muestra su acuerdo con el comisario europeo y recalca la necesidad de “recuperar el valor estratégico del turismo”.
El turismo representa el 12,5% del PIB
El turismo representa el 12,5% del PIB español y aproximadamente el 14% del empleo total solo de forma directa. Además, el hecho de que haya sido el sector más perjudicado por el impacto del coronavirus hace que sea de los más necesitados de ayudas.
Para Exceltur, estos 30.000 millones actuarían en tres grandes aspectos. Según el vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda, estas ayudas asegurarían la supervivencia "del mayor número de empresas el próximo otoño, con más créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), exoneraciones de impuestos y el alargamiento de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) sí o sí en las mismas condiciones que regían hasta ahora".
Además, la patronal aboga por “la reconversión integral de los destinos turísticos maduros de primera generación”. Es decir, transformar con inversión pública los lugares típicos de vacaciones de la costa española, “fábricas de turismo nacional”, en palabras de Zoreda.
