La Comisión Europea ha presentado este miércoles su paquete de medidas para frenar el encarecimiento de los precios de la energía que afectan a la mayoría de los Estados miembros. A pesar de las peticiones de países del sur como España o Francia, desde Bruselas han dividido las medidas en dos grandes bloques: a corto y medio plazo, dejando las iniciativas solicitadas por Nadia Calviño y Teresa Ribera para más tarde.

A corto plazo, la comisaria de Energía, Kadri Simson, ha apostado por solucionar el problema de la escalada de precios actual para los consumidores más vulnerables, con “ayudas de emergencia” que podrían convertirse en vales o el pago de parte de sus facturas de la electricidad, tal y como ha desvelado en la rueda de prensa para presentar el documento.

El texto publicado por Bruselas avanza que los países también podrán autorizar aplazamientos para el pago de facturas de la luz, establecer reducciones de impuestos para los hogares vulnerables de forma temporal o dirigir ayudas a empresas y sectores concretos, siempre en línea con las normas de competencia.

En esta misma línea, ha asegurado que investigará “posibles comportamientos anticompetitivos” en el mercado energético y pedirá a la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) que analice el funcionamiento del mercado europeo de derechos de emisión, una de las peticiones de Nadia Calviño en la carta remitida al ejecutivo comunitario.

Los créditos que las plantas industriales compran para poder emitir CO2 funcionan como activos financieros. Así, la ministra pedía a las autoridades comunitarias reforzar la vigilancia de posibles casos de especulación que habrían provocado un aumento del precio de la electricidad. Una alerta que también ha lanzado Antonio Brufau, presidente de Repsol, hace unos días.

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Un segundo bloque de medidas a medio plazo

Estas son las medidas que Bruselas ha incluido en su primer bloque de soluciones a corto plazo al considerar que el escenario actual de encarecimiento corresponde a una situación temporal y a los elevados precios del gas, que “seguirán siendo altos durante los meses de invierno y caerán en primavera, cuando se espera que la situación se estabilice", según las previsiones de la responsable europea.

En el otro bloque, con medidas a medio plazo, deja las iniciativas propuestas por España como la posibilidad de realizar compras conjuntas de gas para poder disponer de reservas estratégicas, con un comportamiento similar a la compra de vacunas por la crisis de coronavirus. La comisaria de Energía ha avanzado aquí que "explorará los posibles beneficios de compras conjuntas" de gas, siempre voluntarias y respetando las reglas comunitarias de competencia.

En este segundo bloque también aparece la posible revisión del reglamento sobre la seguridad del suministro para "garantizar un funcionamiento más efectivo de los almacenes de gas" del bloque comunitario, en palabras de Simson, que avanza que "apoyará el desarrollo de una reserva energética para el futuro como una herramienta clave de flexibilidad", pensada para baterías o hidrógeno por ejemplo.

La Comisión Europea encargará a la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) una evaluación sobre los “beneficios e inconvenientes” del diseño actual del mercado mayorista de la electricidad para "asegurar que sigue sirviendo a las necesidades" de los europeos, ante las diferentes peticiones de los Estados miembros.

Por el momento, desde Bruselas instan a los Estados miembros a dar “prioridad” a aquellas actuaciones que ya estaban previstas en la legislación actual y que podrían tener un impacto “inmediato” en el freno de las subidas de la electricidad. Es decir, Europa quiere ir paso por paso y por el momento recurrir solo a las medidas posibles en el marco vigente.