“Hay que revisar a la baja las previsiones económicas con las que iniciábamos 2022” -comienza Jordi Sevilla, senior advisor de Contexto Económico en Llorente y Cuenca su último análisis- “Según cómo evolucione la guerra, podemos situarnos en España en el entorno del 4% del crecimiento del PIB, tres puntos menos de la previsión oficial, mientras que la inflación puede alcanzar un 6% de promedio anual, casi el doble de lo previsto”.

El economista y exministro asegura que la situación “se ha complicado mucho más de lo que nadie hubiera podido imaginar”, ya que los cuellos de botella en la oferta “se han agravado con las subidas de precios en productos básicos”, como consecuencia de la guerra de Ucrania y el bloqueo económico a Rusia. Así, Sevilla pone el foco en las altas tasas de inflación en los países desarrollados, entre ellos España, con un 9,8%, según las últimas cifras.

“Los temores alcistas han llevado, incluso al presidente Biden, a adoptar una decisión totalmente excepcional: liberar reservas estratégicas del crudo para rebajar el precio internacional del mismo. Occidente vuelve a enfrentarse, como a finales de los 70, a un fuerte shock externo”, lamenta el exministro.

Así, advierte de los efectos que puede tener una crisis como esta: “este tipo de shocks nos hacen más pobres como sociedad”. Además, el experto de Llorente y Cuenca asegura que las políticas de compensación de precios, como la aprobada por el Gobierno, “solo pueden ser temporales, porque tienen un efecto muy moderado sobre la inflación”. “El reparto de costes no puede centrarse de forma permanente sobre el déficit público”, denuncia Sevilla.

“¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos?”, se pregunta el experto emulando al presidente del Gobierno. “Debemos tomarle la palabra y, aprovechando el sentido que Feijóo quiere darle a su nuevo liderazgo del PP, forzarles a que se sienten a negociar y que no se levanten hasta que hayan propiciado un acuerdo del tipo de aquellos de La Moncloa de 1977. Porque soluciones mágicas e indoloras, lo siento, pero no existen”, culmina Jordi Sevilla.