El sector de los autónomos, con un peso del 80% sobre el tejido empresarial español, es uno de los más afectados por el impacto de la pandemia del coronavirus. Según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el 9% incluso tiene previsto cerrar su negocio antes de 2021 por problemas de viabilidad económica.

Ante esto, el Gobierno ha pactado diferentes medidas de apoyo al sector que en un primer momento estaban vigentes hasta el 30 de junio. Estas medidas pasaban por el aplazamiento del pago de impuestos sin intereses, el cobro del paro por cese de actividad, la moratoria de hipotecas y alquileres o el acceso al bono social eléctrico.

La situación de los autónomos no parece mejorar a pesar de la desescalada, tal y como denuncian las asociaciones del sector. Así, el Ejecutivo ha diseñado un nuevo paquete de medidas que entró en vigor el 1 de julio y se mantendrá hasta el 30 de septiembre, con cambios frente a las iniciativas iniciales.

El nuevo decreto mantiene el pago por el cese de actividad y las demás ayudas sociales como la moratoria del pago de la hipoteca para autónomos que hayan registrado un 40% menos de facturación y las moratorias en el pago de suministros y de alquileres, entre otras.

Nuevos requisitos

Ahora, los autónomos que prevean perder el 75% o más de sus ingresos durante el tercer trimestre del año podrán solicitar las ayudas para el sector, siempre y cuando sus ingresos no superen 1,5 veces el salario mínimo interprofesional. La documentación deberá presentarse al final del trimestre y, en caso de fraude, el autónomo deberá devolver la ayuda.

Los autónomos que puedan acceder a la prestación, ya sean nuevos o que prorroguen el subsidio, cobrarán el 70% de la base reguladora, con una bonificación completa de la cuota de cotización.

Los requisitos de la ayuda aumentan con respecto a la propuesta inicial. Ahora, el autónomo tiene que haber cotizado al menos un año antes a la solicitud frente a la situación anterior, en el que era suficiente demostrar una caída de ingresos o el cierre de negocio por el estado de alarma. Asimismo, no podrán pedirla los autónomos con tarifa plana.

Además, en caso de dejar de cobrar la prestación, el autónomo podrá acceder a una bonificación de la cuota de la Seguridad Social que será del 100% en julio, del 50% en agosto y del 25% en septiembre.

Una de las principales novedades del nuevo decreto es la inclusión de los autónomos de temporada, aproximadamente 700.000 en España con actividades relacionadas con el ocio y la cultura. Estos trabajadores podrán cobrar el 70% de la base reguladora durante cuatro meses, con el requisito de haber estado dado de alta al menos 120 días anuales en 2018 y 2019.

Además de las ayudas estatales, el sector puede beneficiarse de las medidas puestas en marcha por otras administraciones públicas como las comunidades autónomas y ayuntamientos, que pueden consultarse en las páginas webs de cada administración.