Los particulares pagan las hipotecas, los promotores no
La pasión de los españoles por ser propietarios de una vivienda se traduce además en que lo último que se deja de pagar es la hipoteca. El temor a perder la vivienda hace que las familias ahorren en todo lo demás y hagan lo que sea para pagar el recibo, y aunque la morosidad también ha subido en estos créditos por el impacto brutal de los 6 millones de parados, la morosidad de las hipotecas a particulares fue del 4% al finalizar el primer trimestre del año. Subió un punto (del 3 al 4%) respecto a hace un año). Los bancos españoles, según datos del Banco de España, tienen 625.439nillones de euros en créditos hipotecarios a particulares. Las hipotecas morosas sumaban 26.032 millones de euros.
Sin embargo la morosidad de los promotores inmobiliarios es gravísima y demuestra hasta que punto el sector se ha derrumbado. La tasa de morosidad del sector de promotores se disparó al 29%, cinco puntos más que hace una año. La deuda de los promotores inmobiliarios con los bancos era a finales de marzo de este año de 205.892 millones de euros, una tercera parte del volumen de las hipotecas a particulares, y sin embargo 59.561 millones de euros, un 29%, son morosos, más de doble que el de los compradores particulares.
1,53 billones de euros de endeudamiento privado
Esta es una crisis de endeudamiento privado. Cuando estalló (Gobierno Zapatero) la deuda pública del Estado estaba en torno al 65%, por debajo de la media europea; ahora está acercándose al 90% del PIB. La economía española crecía a base de los créditos que pedíamos los españoles, créditos para comprar casas, coches, muebles o montar una empresa. Las cifras de endeudamiento privado eran y son gigantescas y provocaron que los mercados (los financieros internacionales) empezaran a pensar que los bancos españoles habían concedido más crédito del que podían, que habían dado dinero que no tenían y por tanto que estaban quebrados.
Después de tres decretos de reforma financiera, el rescate a la banca, durísimos recortes sociales y con el grifo del crédito absolutamente cerrado, el volumen de deuda privada sigue siendo insostenible para un país como España: 1,58 billones de euros en marzo, 1,53 al finalizar abril, cifra casi imposible de digerir si se tradujera a las antiguas pesetas. De esta cifra 162.012 millones de euros son de créditos de dudoso cobro.