El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado este miércoles el inicio de las actuaciones del Plan Extraordinario de Inversiones en Carreteras (PIC), que prevé movilizar 5.000 millones de euros, con la puesta en marcha inmediata de un proyecto en Murcia. Así lo ha comunicado en su intervención en un acto sobre infraestructuras que ha presidido en Murcia y en el que ha intervenido también el presidente de esta comunidad, Fernando López Miras, y al que ha asistido el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

El PIC 2017-2021 fue presentado el pasado 14 de julio en un acto celebrado en el Palacio de la Moncloa, donde el presidente del Gobierno explicó que, mediante la colaboración pública y privada, se actuará en más de 20 corredores importantes del país que abarcarán más de 2.000 kilómetros. De acuerdo con este plan, con el que se prevé crear 189.000 puestos de trabajo, las empresas concesionarias de las obras asumirán su mantenimiento durante treinta años. En concreto, se ha referido a la construcción de un bypass en la autovía A-30 con el objetivo de que se convierta en un itinerario alternativo para el tráfico de medio y largo recorrido.

Sin embargo, al igual que ocurrió con su discurso triunfalista sobre la subida salarial del 4% para 2018, este proyecto tiene una cara B. El presidente del Gobierno ha sacado pecho de un plan de Infraestructuras centrado en carreteras mientras Murcia se ha alzado contra las obras del AVE y exigen su soterramiento. El asunto, de hecho, ha llegado al Parlamento europeo.

Pero Rajoy no solo ha celebrado su proyecto, sino que, a través de su cuenta de Twitter, se ha regodeado de la situación económica asegurando que “España ha superado una durísima crisis y hoy es ejemplo de Europa-. Por fin hemos recuperado la riqueza que se destruyó y llevamos cuatro años de crecimiento”.

Con estas palabras, Rajoy se ha puesto como ejemplo de Europa. Lo que no dice Rajoy es que la tasa de paro en España es la medalla de plata de la Unión Europea con un 17,1%, solo superado por Grecia, que tiene un 21%. Además, el paro es de baja calidad y la precaridad campa a sus anchas. Lo denota que, a pesar de que Rajoy ha firmado con sindicatos y patronales una subida salarial del 4%, España se sitúa a la cola de las subidas de sueldo.

España es el país de la Unión Europea (UE) con el menor crecimiento de los salarios (un 0,1%) en el tercer trimestre de 2017 con respecto al mismo periodo del año pasado, según los datos del informe sobre costes laborales publicado hoy por la oficina de estadística comunitaria Eurostat. Aunque se registraron retrocesos en Finlandia y Grecia (1,8%), así como en Portugal (1,2%), entre los países con un indicador positivo España se situó a la cola.

El aumento de los salarios experimentado el pasado trimestre en España había sido del 0,4%, el más bajo de la UE. En el conjunto de la UE, el incremento desde julio hasta septiembre fue del 2,1%, y en la eurozona, del 1,6%.

Lo mismo ocurre con la desigualdad. En su informe sobre empleo en la UE divulgado esta semana, Bruselas sitúa a España en la peor posición de este parámetro, en un grupo junto a Bulgaria, Grecia y Lituania. 

Europa también otorga datos nada halagüeños en cuanto a la pobreza infantil se refiere, ya que este año 2017, el índice de niños bajo el umbral de la pobreza ha alcanzado el 40%. En la lista solos nos superan Rumanía y Grecia.

En suma, el presidente del Gobierno parece haber intensificado sus discursos triunfalistas tras el batacazo del 21D, pero a veces, su realidad es absolutamente paralela.