El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha presentado este miércoles los retos y la situación socioeconómica del nuevo curso a los medios de comunicación. Coincidiendo con un periodo especialmente convulso en cuanto a negociaciones con Gobierno y patronal -las partes terminaron la reunión para la subida del SMI sin acuerdo-, el sindicato tiene un calendario plagado de retos que cumplir antes de final de año.  

“Iniciamos el curso político con nuevas perspectivas económicas, afortunadamente positivas”, ha comenzado celebrando el secretario general. Álvarez ha destacado la recuperación del turismo en base al consumo interno, asegurando que “hemos sido los españoles y españolas quienes hemos mejorado la situación del turismo”. Ahora, llama a la recuperación del turismo extranjero para avanzar en la vuelta a niveles prepandemia.

“Han sido unos meses muy importantes en cuanto a recuperación de empleo y altas a la Seguridad Social” -recalca el líder de UGT- “Son datos positivos que para nosotros tienen una parte extremadamente negativa: la calidad del empleo y la temporalidad. Es la otra cara de la creación de empleo que no podemos obviar”.

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En línea con la recuperación llama a seguir con el proceso de vacunación masiva para “continuar garantizando la salud”. “Es evidente que la vacuna es el remedio que tenemos a nuestro alcance para garantizar mejor nuestra salud”, asegura mientras pide que “las vacunas no acaben en las fronteras de nuestros países, sino que lleguen a todas partes del planeta”

Con esta situación, UGT tiene por delante grandes retos para el nuevo curso: 

1. La subida del SMI, lo primero y más importante

Tiene que ser inminente. Inminente quiere decir inminente. Tenía que haber sido ayer. Es un tema que teníamos que haber zanjado antes del 1 de septiembre. No hay ninguna razón para no hacerlo. Las negociaciones están agotadas, todo el mundo sabe lo que opina todo el mundo”, ha comenzado su discurso sobre la subida del SMI, que reclama en una horquilla de entre 25 y 30 euros.

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Para ello, Álvarez menciona dos medidas clave. La primera es que hablar de la subida para este año “tiene un interés relativo desde el punto de vista sindical”, asegura. “Queremos hablar del 2021, del 2022 y del 2023. Para que el 2021 tenga interés para nosotros hay que recuperar parte de lo perdido y recuperar parte de lo que tenemos en nuestro país”.

La segunda tiene que ver con la subida del IPC y la inflación, con un “IPC absolutamente desbocado y los precios disparados”.  “Ya que no se va a subir todo el año, por lo menos que tengan en consideración el IPC” -pide Álvarez- “No nos planteamos ningún acuerdo por un año que no tenga y parta de la base del actual coste de la vida en el mes de agosto y de septiembre”.

En este punto ha lanzado sendas críticas tanto a la actuación del Gobierno como de los empresarios y llama al entendimiento en todo caso. “Si el Gobierno llega a un acuerdo con las organizaciones empresariales de sumar de 2021 a 2023 podemos ser más flexibles. Lo que tiene mayor importancia es despejar el SMI durante los próximos años de la legislatura y cumplir con el compromiso de llegar al 60% del salario medio en 2023”.

Pero es que aquí UGT también cuenta con una posición diferente y es que mientras que los expertos sitúan este 60% en los 1.049 euros, “nosotros lo situamos en los 1.060 euros”, asegura. Esto sucede porque, según el secretario general, “los datos para hacer la media son del año 2019, extrapolados a 2023, pero no cuentan con el desvío del IPC”.

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“No hay motivos para no subir el SMI en 2021. No los hay porque no hay ningún país europeo que no lo haya subido. La pandemia y la crisis económica han azotado a todos los países de la Unión Europea”, ha reclamado en varias ocasiones el líder de UGT. “Incluso el sector primario, el más afectado, ha tenido crecimiento en el 2020” -recalca- “al comercio y la hostelería tampoco le afecta”.

Además, UGT no pide aprobar una pequeña subida ahora, sino que reclama hacerlo para los próximos tres años, "de tal manera que también generara estabilidad y confianza para las empresas de nuestro país. Es muy malo para las empresas acordar los salarios mínimos u otra cuestión a medio año, cuando ya las empresas tienen hechos los cálculos y las perspectivas". 

“Los trabajadores y trabajadoras, especialmente trabajadoras por ser las más afectadas por el SMI, tienen que tener claro que nuestro objetivo son alcanzar esos 1.000 euros en 2022 y 1.060 en 2023. Veremos a ver cómo podemos acordar este año 2021. Si no hay esa senda que no nos esperen para firmar, ni por 6, ni por 7, ni por 12” -continuaba- “no tiene sentido hacer una firma para un acuerdo de cuatro meses en el mejor de los casos”.

Asimismo, manda un mensaje más allá de la subida de este salario mínimo: “Creo que no hay que obviar que el SMI solo es un complemento de la negociación colectiva de nuestro país. El alma es la negociación colectiva y en las comunidades autónomas con los salarios más altos ya está funcionando”.

2. Derogación de la reforma laboral

“Todo hace prever que en septiembre se ponga fin a las negociaciones con acuerdo con los interlocutores sociales. De hecho, si quieren cumplir con el compromiso de la UE tiene que ser así para cumplir con los tiempos y que todo esté finalizado antes del mes de diciembre” -ha anunciado el secretario general de UGT- “Por nuestra parte creo que podemos hacerlo. Todos conocemos que opinan todos los interlocutores, recordar que antes de la pandemia ya teníamos una mesa y habíamos avanzado de manera muy importante de algunos aspectos”.

En este segundo punto clave, el sindicato aboga por “restaurar algunos derechos” como la colectividad o la prioridad del convenio sectorial sobre el convenio de empresa pero también entrar en otros aspectos que tienen que ver con las subcontrataciones de las empresas, así como con el despido y las causas y métodos de despido. “Las causas tienen que acotarse. Hoy en día, con las últimas reformas laborales, se puede despedir por cualquier cosa en nuestro país”, denuncia.

Dentro de la derogación de la reforma laboral del Partido Popular, el líder de UGT recalca dos problemas que marcan el mercado laboral español: la precariedad y la temporalidad. “Hay que acabar con esa situación, no solo tiene repercusiones directas sobre el sistema productivo de nuestro país, también lo tiene sobre las personas y sobre las posibilidades de prever el futuro de las personas”.

“La contratación temporal es un cáncer y esto también lo dice la patronal. La cuestión es que hay que ponerle terapia, lo que quiere decir limitar la temporalidad. Vamos a ser exigentes, no es un acuerdo de paños calientes, no vamos a llegar a un acuerdo en materia de contratación porque quede bien”, ha asegurado en la presentación.

“Lo que no se puede decir es que eso está mal y cuando hay que tomar medidas no hacer lo necesario” -ha criticado en otra pulla más a la CEOE- “En materias de reforma laboral, más allá del cumplimiento del memorándum de la UE, tenemos que cumplir con los nuestros, con los desajustes del sistema laboral de nuestro país, acabar con la situación de temporalidad que se vive en nuestro país”.

Y no solo eso, sino que va más allá relacionando las cifras de siniestralidad laboral con la precariedad y la temporalidad: “Nos va a ayudar sin ningún lugar a dudas a que los accidentes de trabajo decaigan en nuestro país. El 70% de los accidentes de trabajo en nuestro país se producen entre personas que tienen contratos temporales, precarios, por tanto, es evidente que la precariedad continúa siendo un elemento que mata. Tenemos un 25% de los trabajadores en una situación de precariedad. Es evidente que son las causas por las que se producen estos accidentes de trabajo”.

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3. Cómo aprovechar los fondos europeos

No es una mesa de negociación como tal pero sí otro de los retos de UGT, y de toda la sociedad, para avanzar en la recuperación. “Entramos en una fase definitiva y es una oportunidad para nuestro país”, asegura para matizar después que la aplicación e implementación debe hacerse bajo el consenso y el acuerdo.

“Que no sirvan para destruir empleo y sirva para mejorar la situación de las empresas y el sistema productivo de nuestro país”, reclama UGT, que aprovecha la situación para pedir transparencia ante la gestión: “Queremos conocer cuáles son los proyectos presentados, cuáles son los criterios que va a tener el Gobierno para presentar esos proyectos”.

En línea con esto, ha puesto sobre la mesa un importante debate sobre el reparto de los fondos europeos entre las distintas comunidades autónomas y el aprovechamiento de cada una. El sindicato ha tenido reuniones con presidentes de las diferentes regiones este verano, de las que deduce la necesidad de trabajar más y tener más opciones a la hora de poder decidir estratégicamente sus mejores proyectos. Unas reuniones que continuarán en los próximos meses para avanzar lo mejor posible hacia la recuperación.

Me preocupa que haya una acumulación de proyectos similares o iguales en más de una comunidad autónoma. Esa preocupación creo que tiene que llevarnos para que haya un debate. No todas podrán ponerse en el número 1 de la producción de hidrógeno. No todas van a tener o van a poder poner en marcha todos los proyectos iguales. Creo que esta coordinación tiene que permitirnos que este sea un Plan de España común, coherente y que nos permita dar respuesta conjunta a las cuestiones que hay que llevar adelante”, reclama Álvarez.

4. Acuerdo de negociación colectiva

Otro de los asuntos pendientes y en el que está especialmente enfrentado con la CEOE (más incluso que con la subida del SMI) es el acuerdo de negociación colectiva, ante lo que UGT pide reanudar las conversaciones cuanto antes y reconoce que CEOE todavía no les ha contestado. “Creo que deberíamos empezar a trabajarlo cuanto antes. La CEOE tiene que ser consciente de que un acuerdo paraguas posibilita y engrasa la negociación colectiva en el conjunto del país”.

“En ese sentido hay que evaluar la implementación de la anterior y necesitamos poder acordar con la CEOE las directrices, el marco en el que se va a situar la negociación colectiva a partir del año 2021 y sobre todo ya 2022 y los sucesivos que podamos incluir en el acuerdo”.

Sin embargo, lanzaba una pulla a la CEOE asegurando que “no debe ser muy fácil sentarse y constituirlo porque van a tener que explicar porque en el acuerdo que dice que el 1 de enero de 2020 el salario mínimo convenio sería de 1.000 euros en todo el país, ahora no lo es. Van a tener que explicar por qué en estos momentos están montando este escándalo con la subida del SMI cuando en realidad estamos hablando de octubre, del SMI y de menos de 1.000 euros. Es una cierta contradicción”.

Así, pide a la patronal desarrollar un proceso de negociación que sirva como base para la negociación colectiva, que permita no solo abordar los salarios o elementos clásicos, sino introducir otras cuestiones de la pandemia que, “si hubieran estado reguladas, habría sido más fácil”, en clara referencia al teletrabajo o los ERTE

5. Los nuevos Presupuestos Generales del Estado

Aunque parezca una materia solo del ámbito político, también UGT tiene mucho que decir en el diseño de los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE). “Tienen que contemplar la necesidad de cubrir las demandas de ciudadanos”, reclama el secretario general, centrando su discurso en los problemas en el sistema sanitario.

Hay en este momento una lista de espera interminable, que ya es algo más que una lista de espera, de personas que no han podido ser atendidas en el sistema público de salud como consecuencia de la pandemia, que no tienen Covid-19, sino otras enfermedades que tienen que atender. Eso no va a mejorar si no se amplían las plantillas o se mejoran las ratios en lo que hace referencia al empleo en salud en nuestro país. Eso lo tienen que corregir los PGE”.

En otro orden de cosas, pide mejorar el sector educativo también con los nuevos presupuestos y critica a aquellas comunidades que no han mantenido las ratios de profesores por alumnos. “Se pierde una gran oportunidad para mejorar la escuela de nuestro país”, ha lamentado coincidiendo con la vuelta al cole.

“No nos podemos dejar llevar por los recursos que podamos tener de la Unión Europea estos próximos tres años para cubrir los gastos que son estructurales y que tenemos que hacer frente desde nuestro país” -critica el líder de UGT- “Me parece poco razonable que desde algunas fuerzas políticas se intenten detraer recursos de los 72.000 millones de la reconstrucción, de los que 9.000 millones ya han sido entregados a nuestro país, y para la mejora en términos medioambientales, sociales, extraordinarios como consecuencia del covid, para lo que son los gastos ordinarios y estructurales de nuestro país”.

Pepe Álvarez se ha mostrado especialmente crispado en este aspecto, culpando de mentir a la clase política y al Gobierno: “A los ciudadanos hay que decirles la verdad, si tu planteas que para bajar el recibo de la luz hay que recaudar 9.000 millones de euros tienes que poner esos 9.000 millones, más lo que es necesario para mejorar el sistema público en los PGE. Eso no se puede hacer con recursos extraordinarios que vienen de la Unión Europea, hay que hacerlo en base a los PGE y a la recaudación ordinaria que viene de nuestro país”.

6. Debate por la fiscalidad y lucha contra el fraude

Con el diseño de los nuevos PGE también se abre un debate por la fiscalidad, en el que UGT quiere participar. Con esta situación, y en medio de una recuperación, recalca la necesidad de que la política monetaria nacional vaya equiparándose a la del resto de países europeos, con una recaudación de impuestos similar. “No se pueden decir medias verdades en relación con la recaudación porque no se sustentan”, denuncia.

Según las cifras de UGT, España recauda el 35,4% del PIB mientras la zona euro recauda el 41,5% de promedio. Más de 6 puntos porcentuales que, según el sindicato, podrían mejorar la recaudación, en total 76.000 millones de euros al año para gastar en políticas de salud, carreteras, educación o I+D+i.

Estrechamente relacionado con este debate de la fiscalidad aparece la lucha contra el fraude, una prioridad para el líder de UGT, que cifra hasta 70.000 millones de euros en fraude fiscal. “Eso no pasa porque sí, la dotación de medios en la Agencia Tributaria en España está muy por debajo de la media de los países de la zona euro”, critica.

“Hay un discurso fácil que parece que se puede hacer todo sin recaudar impuestos y hay que ponerle una réplica clara y directa, durante la pandemia hemos visto manifestaciones pidiendo recursos razonables, sobre todo si los que se manifiestan no lo hacen de manera permanente contra la subida de impuestos” -ha explicado- “Los sectores que más se han estado manifestando son los más reacios a pagar impuestos, son los que más fácilmente se suman al hecho de no pagar impuestos. La gente tiene que ser consciente de que por el momento las fuentes no manan euros, por lo que la recaudación es la base para poder hacer el reparto de justicia social en cualquier país”.

Más allá de estos grandes puntos, UGT ha anunciado que se sumará a la manifestación convocada contra la violencia al colectivo LGTBI de las últimas semanas, en señal de repulsa, y ha demostrado su solidaridad plena con el colectivo. Ante esto, exige al Gobierno que tome “todas las medidas” para que los autores tengan que responder ante la justicia de manera inmediata. “Me parece muy grave la situación que se está viviendo”, ha lamentado el secretario general.

Otra de las grandes cuestiones a las que se enfrentan ahora los agentes sociales es a la prórroga de los ERTE más allá de septiembre. Ante esto, Álvarez apuesta por mantenerlos hasta final de año. “En la anterior firma del acuerdo pedí al Gobierno que revisara todos los ERTE, uno por uno, para saber cuál es la situación que tenía. Eso no se ha hecho y hoy continuamos con un número, muy inferior al que había, pero que no nos aporta nada”, reclama pidiendo más información.