La polémica está servida. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha anunciado este jueves que la Inspección de Trabajo analizará la regularización contractual del presidente de la patronal española, Antonio Garamendi, después de que se haya hecho público que antes era autónomo y facturaba su sueldo de presidente a la CEOE, y ahora pasará a estar en plantilla de la organización empresarial como alto directivo. Su retribución rondará ahora los 400.000 euros, una mejora del 9% respecto a lo que cobraba hace cuatro años. El desempeño de Garamendi como presidente, bajo la figura contractual de autónomo, ha levantado sospechas por la posibilidad de que esto haya supuesto una infracotización a la Seguridad Social

Otro miembro de la CEOE que ha visto mejorada su retribución es el presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido (Madrid, 1960), que a su vez es vicepresidente primero de la CEOE desde hace un mes. Garrido, que a mediados de los años 80 fundó una agencia de viajes, llegó a la presidencia de la patronal madrileña en el verano de 2019. El 18 de junio de ese año, la Junta Directiva de CEIM, conforme al artículo 25.6 de sus estatutos, aprobó por unanimidad que el presidente tuviera una retribución en el ejercicio de sus funciones ejecutivas. Su predecesor en el cargo, Juan Pablo Lázaro, no cobraba nada. “Dicha retribución deberá ser publicada en las cuentas anuales correspondientes a cada ejercicio”, rezaba el acuerdo de la Junta Directiva

Las últimas cuentas publicadas de CEIM son del año 2021. Ese ejercicio Garrido cobró una retribución de 139.956 euros. Según explica un portavoz de CEIM, el presidente tuvo en 2022 una mejora salarial del 3% tras aplicarle la subida que contempla el convenio colectivo de oficinas y despachos. Su sueldo se eleva así hasta los 144.294 euros, pero, según han reconocido en CEIM, Garrido percibió realmente en 2022 una retribución total de 160.500 euros porque se le debía un variable de 2021 que no percibió. Por lo que la subida real será del 14,7%. “En 2022, por ejemplo, no ha habido este variable y no lo cobrará en 2023”. Las cuentas de 2022 aún no ha sido aprobadas oficialmente.

La masa salarial de CEIM ascendió en 2021 (últimos datos publicados) a 1,41 millones de euros, ya que la patronal madrileña da empleo a 26 personas, incluido su presidente. La mayoría de sus ingresos procede de las subvenciones que recibe de las Administraciones públicas. La Comunidad de Madrid concedió a la patronal 1.011.406 euros y el Ayuntamiento de la capital otros 265.000. Las cuentas de 2021 también reflejan que CEIM prestó dinero a dos de sus directivos por importe de 44.000 euros. Desde CEIM recalcan que “si no fuera por esta variable la subida salarial del presidente sería la misma que el resto de la plantilla, de acuerdo al convenio pactado”.

Los sueldos de los altos directivos de la patronal generan un enconado debate en un contexto económico de subida de precios muy por encima que los salarios. En 2022, por ejemplo, la variación salarial recogida en los convenios colectivos se limita al 2,69%, frente al 8,5% de subida del IPC promedio de 2022.

“Hago un llamamiento a la patronal, que se siente a negociar para subir los salarios en el conjunto de España. Como he conocido que la dirección de la CEOE se ha subido su salario un 9% una vez que ya supimos que el señor Garamendi no quería subir el salario mínimo a los más vulnerables, le pido que sea coherente y negocie los salarios en el conjunto del país”, solicito este jueves la vicepresidenta y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha recordado que la patronal se levantó de mesa de la AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva) el 5 de mayo del año pasado.

La patronal tampoco ha apoyado la última subida del Salario Mínimo Interprofesional acordada hace unos días entre el Gobierno y los sindicatos. Este crecerá un 8% durante 2023 hasta alcanzar los 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas.

Garrido se ha mostrado crítico a las sucesivas subidas del SMI que se han pactado durante esta legislatura. En septiembre de 2021, por ejemplo, cuando el SMI subió a los 965 euros, el presidente de la patronal madrileño aseguró “que no eral el momento”, ya que la “prioridad debía ser preservar el empleo”. En febrero de 2022, ante una nueva subida hasta los 1.000 euros, señaló que esta tendría un efecto negativo y provocaría que “el algunos casos puede hacer que la empresa no se pueda permitir contratar a una persona más o mantener algún puesto de trabajo”.