Que las medidas del Gobierno de España han permitido doblegar la curva inflacionista es un hecho. Sin embargo, aunque España continúa situándose a la cola de la Unión Europea en cuanto a crisis de precios se refiere, el principal problema de los ciudadanos es, sin duda alguna, el encarecimiento del precio de los alimentos. La inflación subyacente -aquella de la que se excluye los precios de las energía y alimentos frescos- marca un 7,6% afectando directamente al encarecimiento de precio de los alimentos. Es por eso que uno de los mayores frentes abiertos del Ejecutivo es el aliviar la presión sobre la cesta de la compra que afecta especialmente a los consumidores más vulnerables.

Numerosos países y territorios ya han iniciado su andadura en este sentido. En concreto, Portugal, tal y como se dio a conocer el pasado viernes, ha firmado un acuerdo con los sectores de la producción y distribución lusos para aplicar una política de IVA cero en una cesta de 44 productos alimentarios básicos.

Sin embargo, para observar medidas similares no es necesario traspasar fronteras. También este martes, la Comunidad Valenciana ha lanzado un bono de 90 euros destinado a la compra de alimentos para aquellos consumidores más vulnerables.

La medida de Portugal, similar a la bajada del IVA en España

Así pues, el primer ministro socialista luso António Costa, ha conseguido sacar adelante un pacto con productores y distribuidores del país para aplicar un IVA cero a una cesta que consta de 44 productos alimentarios básicos. Una medida que, de acuerdo con el gobierno portugués, conseguirá trasladar la reducción fiscal al precio final del consumidor.

El acuerdo incluye también apoyos a los productores para que el sector primario pueda hacer frente al aumento en los costes de producción. Así pues, las pérdidas en la recaudación propiciadas por la rebaja del IVA, se unen a las ayudas gubernamentales otorgadas por el Ejecutivo luso generando un desembolso desde las arcas públicas de 600 millones de euros, tal y como ha afirmado Costa tras la firma del acuerdo en Lisboa.

Tal y como ha subrayado el líder socialista portugués el acuerdo ha sido firmado “de buena fe entre todos”. En concreto, esta nueva medida supone la eliminación del IVA en productos como el pan, la pasta, el arroz, la leche, los huevos, los yogures, el queso, el aceite o la mantequilla. Sin embargo, el impuesto también se elimina de la carne de cerdo, vaca, pollo y pavo y pescados como bacalao, sardinas y dorada. Otros productos como las legumbres y las verduras también se beneficiarán de la suspensión del gravamen

La medida estará en vigor entre abril y octubre, aunque antes es necesario que la ley se apruebe en el Parlamento portugués. Si la medida sale victoriosa del trámite parlamentario los supermercados tendrán 15 días para ajustar los precios.

La cesta fue elaborada teniendo en cuenta criterios de alimentación saludable según nutricionistas y los productos más demandados por los portugueses.

"El Gobierno ha comprendido y reconocido que los productores necesitan compensaciones", ha destacado el presidente de la Confederación de Agricultores de Portugal (CAP), Eduardo Oliveira e Sousa, que ha señalado que el sector no tiene la "culpa" de la inflación, también "sufre con ella".

Una medida absolutamente necesaria para el país vecino, ya que la inflación subyacente de Portugal anotó un 20,1% en febrero, muy por encima del 7,1% español. Esta situación ha llevado al Gobierno luso a anunciar más medidas como el apoyo a familias vulnerables y mejoras salariales para los funcionarios.

Esta medida, además de evidenciar el binomio Costa-Sánchez, es muy similar a la impulsada por el Ejecutivo español. El paquete anticrisis del Gobierno de Sánchez, aprobado el pasado mes de diciembre recoge una rebaja del IVA, de carácter temporal limitado a seis meses, a todos los productos de primera necesidad, que bajaron del 4% al 0% actual; mientras pastas y aceites también han visto reducido el gravamen del 10% al 5%.

Al igual que ha hecho el Ejecutivo de Costa, el Gobierno de España, tampoco se olvidó del sector primario, que también está viéndose afectado por la inflación. Por ello, se decidió otorgar una serie de ayudas a los agricultores para hacer frente al incremento de precio de los fertilizantes y evitar que dicha alza de precios repercuta en el consumidor final.

La iniciativa para abaratar la cesta de la compra se está complementando con un cheque de 200 euros para las familias. Una ayuda que alcanzará a más de 4,2 millones de familias, con rentas anuales por debajo de los 27.000 euros, según las cifras del Gobierno.

El bono de 90 euros de la Comunidad Valenciana

‘De Costa a costa’ y volviendo a territorio nacional, la Generalitat Valenciana también ha anunciado la puesta en marcha de un bono de 90 euros destinado a la adquisición de alimentos para aquellas familias vulnerables y con rentas más bajas.

El Ejecutivo regional, presidido por Ximo Puig, realizará un único pago que se materializará en forma de una tarjeta prepago o monedero y que podrá utilizarse en todos los supermercados y tiendas de alimentación de dicha comunidad. Además, desde la fecha de emisión de la tarjeta, esta permanecerá activa por un periodo de cuatro meses.

Sin embargo, la Administración de la Generalitat impone meramente dos requisitos a la hora de acceder a dicha ayuda. Por un lado, que la persona solicitante sea residente de la Comunidad Valencia y, por otro, que su renta no supere los 21.000 euros anuales. Bajo dichos criterios, el Ejecutivo regional prevé que la ayuda llegará a 500.000 personas.

En cuanto a costes económicos, la administración invertirá 48,4 millones de euros, mientras que por parte de la inversión privada (pequeños, medianos y grandes empresarios) se sumará un desembolso de un millón de euros. Será la Agencia Tributaria de la propia Generalitat la que se encargue de comprobar si se cumplen con los requisitos. Asimismo, también se encargará de notificar al beneficiario la fecha y el lugar de recogida -aún por determinar- de la tarjeta

Así con todo, este bono de 90 euros es compatible con la ayuda de 200 euros promulgada desde el Gobierno Central.

El plazo de solicitud de la tarjeta comenzará a mediados de abril, fecha en la que se abrirá la primera convocatoria, y finalizará en junio. En el supuesto de que surjan más solicitantes en una fecha posterior, la Generalitat abrirá una segunda convocatoria a la únicamente acudirán los que no fueron beneficiados en la primera.

Puig ha destacado que dicha ayuda va “dirigida a las neveras” y que ha sido posible gracias a la colaboración público-privada. La medida ha sido el fruto de seis meses de negociación entre el Gobierno regional, el sector de la distribución y los pequeños y medianos empresarios propietarios de establecimientos de alimentación.

Salvador Navarro, presidente de la patronal valenciana, se ha mostrado favorable a la idea, pero ha afirmado que la capacidad de ayuda de los empresarios es “limitada”, ya que el fenómeno inflacionista afecta también a la patronal. Además, ha resaltado que la ayuda comprometida está por encima del porcentaje de márgenes de estas empresas y que esta es la única forma que permite la ley, que cualquier otra opción “no pasaría control de la comisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia”