A precio más bajo más recauda Hacienda
En líneas generales el precio de los carburantes se fija de la siguiente manera: un 50% son impuestos del Estado, un 40% es lo que realmente cuesta la materia prima y un 10% son costes de distribución (transporte, costes de las estaciones de servicio o costes de reservas). Sin embargo estos porcentajes sufren oscilaciones y se da la paradoja de que cuanto más baja el precio de la gasolina más sube el peso de los impuestos en el precio final. Así por ejemplo con el litro de gasolina a 1,5 euros casi el 48% se lo queda el Gobierno por impuestos, un 43% se corresponde con el coste de la materia prima y un 9% a costes de distribución. Sin embargo si el precio baja a 1,25 euros litro el porcentaje de impuestos es del 54%, el 33% es el coste de la materia prima y un 13% a costes de distribución.
Hacienda se forra
Cabe recordar que el Gobierno de Rajoy subió todos los impuestos y creó algunos nuevos, concretamente en el sector energético. De esta forma Hacienda recaudó en 2013 9.949 millones de euros solo por el impuesto especial de hidrocarburos, un 15,6% más que en 2012. Y el dato definitivo: Hacienda no recaudó más porque se vendiera más carburante en 2013 -se vendió un 3,6% menos- sino a la subida impositiva y porque fundamentalmente el céntimo sanitario dejó de ser un impuesto autonómico y pasó a ser estatal en virtud de una sentencia europea. El Gobierno podía haber optado por derogarlo, pero lo incorporó al precio que pagan los consumidores.
El mes de enero ha arrancado con el litro del gasóleo por debajo del euro (0,98) y el de la gasolina de 98 octanos en torno al euro (1,06).