La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha vuelto a dar un impulso a la economía española y, tras revisar sus previsiones al alza, estima que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español cierre el 2023 con un crecimiento del 1,7%. Este nuevo dato no solo supone un incremento de cuatro décimas con respecto a la estimación anterior, sino que coloca a España como uno de los países con más crecimiento de toda la OCDE doblando la media contemplada para el conjunto de la zona euro (0,8%).

Los datos aportados sitúan a España a la cabeza de las economías avanzadas y mantiene la estimación para 2024 también en el 1,7%, unas décimas por delante de Alemania, cuya estimación de crecimiento para el próximo año se sitúa en el 1,5%. El gigante económico estadounidense presenta también peores datos que España y coloca sus previsiones de crecimiento en el 1,5% para este año y en el 0,9% para el siguiente. Para el conjunto de la zona euro, la OCDE anticipa una desaceleración sustancial este año al 0,8%, tres décimas más de lo previsto en noviembre, frente al 4% de 2022, mientras que para 2024 ha revisado siete décimas al alza la previsión, hasta el 1,5%.

Inflación a la baja

El think tank ha revisado también las previsiones de inflación, reduciendo el valor con el que se espera que España cierre el año. Las nuevas estimaciones sitúan la tasa general en el 4,2% este año, seis décimas por debajo de la anterior previsión, y en el 4% para el siguiente, mejorando sustancialmente el 4,8% publicado por la organización en noviembre. No obstante, la OCDE es menos optimista respecto de la evolución de la inflación subyacente -aquella que excluye la energía y los alimentos-, ya que, ha revisado dos décimas al alza su previsión para este año, hasta el 5%, frente al 3,8% de 2022, mientras que para 2024 mantiene en el 3,7% su expectativa.

Atendiendo a estos datos, la tasa de inflación española se mantendrá durante 2023 muy por debajo de la media de la eurozona, que se espera marque una media del 6,2%. No obstante, de cara a 2024 los países con el euro como moneda contarán con un incremento de los precios más bajos que España, con un 3% que se sitúa siete décimas por debajo del valor español. De la misma manera, mientras que este año la inflación subyacente de España será ligeramente inferior al 5,2% estimado para la zona euro, el próximo año el dato español se situará siete décimas por encima del promedio del 3% de la eurozona.

Buena perspectiva mundial

A nivel mundial, la OCDE estima que la economía crezca un 2,6% este año, cuatro décimas por encima de lo previsto, y un 2,9% el siguiente, mejoran en dos décimas las anteriores previsiones. No obstante, ambos datos se sitúan por debajo del 3,2% registrado en 2022. La organización se muestra confiada de cara a futuro y destaca la aparición de más señales positivas, incluyendo la mejora de la confianza de empresas y consumidores, la reapertura total de China y bajadas de los precios de los alimentos y la energía.

"Se prevé que el crecimiento mundial se mantenga por debajo de las tasas de tendencia en 2023 y 2024 y el endurecimiento de las políticas seguirá teniendo efecto", ha matizado, rebajando las expectativas. "El crecimiento global proyectado durante 2023-24 será más débil que en cualquier período de dos años desde la crisis financiera mundial, excluyendo la caída al comienzo de la pandemia", ha añadido. Con los datos expuestos, todas las economías del G20, excepto dos, tendrán un crecimiento más lento en 2023 que en 2022, "siendo China una notable excepción debido a la relajación de las restricciones anti-Covid".

En cuanto a la inflación a nivel global, la OCDE advierte de que, si bien la tasa general está disminuyendo, la inflación subyacente sigue siendo elevada, sostenida por fuertes aumentos en los precios de los servicios, márgenes más altos en algunos sectores y presiones de costes de mercados laborales ajustados. De este modo, proyecta que la inflación se modere gradualmente durante los dos próximos años, pero se mantenga por encima de los objetivos de los bancos centrales hasta la segunda mitad de 2024 en la mayoría de los países.

Se espera que la inflación general en las economías del G20 disminuya al 4,5% en 2024 desde el 5,9% este año y el 8,1% en 2022, mientras que la tasa subyacente en las economías avanzadas del G20 alcanzará un promedio del 4% en 2023 y del 2,5% en 2024. "La mejora de las perspectivas sigue siendo frágil", advierte la organización con sede en París, para la que los riesgos se han equilibrado un poco mejor, pero siguen inclinados a la baja.