Intenta quitarle hierro a las recientes tensiones en el sector, especialmente con su antiguo socio, Deoleo, pero Antonio Luque, presidente de Dcoop, acaba de soltar un triunfo sobre el tapete, la compra del 20 por 100 de una centenaria empresa americana líder en la distribución de aceite, y cree que esa es la línea de avance. El mercado americano es su reto, aunque Donald Trump intente poner todo cuesta arriba, por eso plantea alianzas que califica de estratégicas para el futuro, que según él vendrá definido por la seguridad de la producción, la calidad y, con ellos, el mejor precio. Con eso, afirma, la estabilidad del sector cooperativo agroalimentario que encabeza Dcoop está asegurada, aunque, como da a entender, en algunas esquinas se refugien los embozados que disparan a cuanto se mueve en el ámbito cooperativo. No cree en las casualidades, pero mira a otra parte y enseña la cuenta de resultados de 2017: 1080 millones de euros en facturación del conjunto de actividades del grupo.

Pregunta (P): ¿Las guerras comerciales en el sector olivarero español no eran historia de tiempos pasados?

Respuesta (R): Aunque muchos nos dediquemos a trabajar por el porvenir del sector, siempre hay quien se empeña en destruir, por envidias, para tapar su mala gestión o simplemente por su forma de ser.

"Nunca vamos a renunciar a nuestra independencia"

P: ¿Le han puesto difícil la extensión de Dcoop en el campo español?

R: No ha sido un proceso fácil. Y hemos llegado hasta hoy pese a todos los inconvenientes. Pero la gran mayoría de socios y directivos de cooperativas siempre han tenido claro nuestro objetivo, y hemos superado personalismos y localismos. Así es como hemos llegado a ser la mayor cooperativa agroalimentaria española y líder en productos como el vino, el aceite de oliva, la leche de cabra o la aceituna de mesa. Nunca vamos a renunciar a nuestra independencia ni nos vamos a dejar influir por críticas sin fundamento.

P: ¿Escuece todavía la ruptura con Deoleo?

R: Con o sin Deoleo, en Dcoop teníamos claro que hay que buscar una salida a nuestras producciones y que esto pasa por tener mayor presencia en el envasado del producto, desarrollar nuestro proyecto. No somos una ONG. Y siempre hemos dicho que estamos abiertos a colaborar con quien quiera construir. 

P: ¿Es fácil entender la conveniencia de la formula cooperativa? 

R: El invento de las almazaras cooperativas o las bodegas de vino hace décadas fue un éxito, pero los tiempos han cambiado. El mundo está cambiando constantemente y cada vez los agricultores están más alejados de los centros donde se decide la comercialización de sus productos. Las cooperativas son las principales empresas en muchos pueblos y las que dinamizan la economía local, pero aún les falta dar ese paso, superar la visión de “mi pueblo” para jugar en el mercado mundial que tiene una industria y una distribución concentrada… No podemos estar cinco operadores que adquieren la mitad del aceite que se vende en el mundo y luego miles ofreciendo el producto. Dcoop ya comercializa el 8% del aceite de oliva del mundo y su presencia directa en el mercado está creciendo. Todos sabemos que ése es el camino.

P: Parece que no se lo están poniendo fácil

R: Como todo en la vida, siempre hay dinamismo. Lo que no es lógico es que se critique a las cooperativas –a veces desde este mismo sector- que desarrollan proyectos para que el agricultor avance en la cadena de valor. Como cualquier otra empresa ¿por qué no vamos a poder embotellar vino, envasar aceite o exportar aceitunas? En Dcoop trabajamos por que nuestros socios tengan la mayor presencia posible en todos los eslabones, aunque eso genere críticas, todas injustificadas.

"Dcoop garantizará que se cobra el vino de las cooperativas"

P: ¿La prioridad es el aceite? ¿Ya se ha rendido el vino al comercio?

R:• En el vino queda mucho por hacer y estamos en ello. No puede ser que aglutinemos el 70% de la producción española y no haya ninguna bodega cooperativa entre los grandes operadores del sector. Dcoop va a garantizar que se va a vender el producto, que se va a cobrar y que trabajará por que valga lo máximo posible, como mínimo la media del mercado..

P: ¿Crecer en el ámbito cooperativo y ampliar la dependencia del capital extranjero es fácil de explicar o es una alianza de oportunidad?

R: No tenemos dependencia del capital extranjero; es más, diría que esa visión sobre el origen de capitales es discutible en un mercado globalizado. Dcoop, como empresa, sigue y seguirá siendo propiedad de sus 180 cooperativas y 75.000 agricultores y ganaderos. Al revés, lo que está haciendo Dcoop es invertir y aliarse con operadores de otros países para tener un mayor protagonismo y estudiaremos todos los proyectos que ayuden a ese objetivo.

P: ¿La diversificación de Dcoop como cooperativa agroalimentaria nace de la del tirón del aceite o es que en el campo español hay una etapa de florecimiento, de nuevas actividades?

R: Esa diversificación hacia otras actividades siempre ha surgido por la demanda interna de los socios: tenemos cooperativas que no sólo producen aceite, sino también aceituna o vino, o cerdo o frutos secos, y han entendido que era mejor que una única cooperativa –Dcoop- se encárguese de todo. Está claro que el éxito en el aceite de oliva ha sido decisivo en este sentido. Y también está el hecho de que el campo, es verdad, está diversificando, como ocurre con la almendra u otros sectores que podríamos abordar a demanda.

"Dcoop es el mayor productor de aceite virgen extra en el mundo ¿cómo no vamos a querer calidad y mejor precio?"

P: Los resultados de 2017 son positivos, la Asamblea aprobó su estrategia de alianzas, el objetivo fundamental de producir se cumple... ¿También los objetivos de calidad?

R: La calidad es algo innato e irrenunciable porque la máxima calidad se traduce en mejores precios. No creo que haya muchas empresas con más de 20 certificaciones diferentes de calidad, y somos la única empresa aceitera que cuenta en Estados Unidos con el sello de supervisión del Departamento (Ministerio) de Agricultura (USDA).

P: Pero se están arrojando dudas sobre la calidad del aceite español, si a veces es apto para el consumo. ¿Existen en el sector esos controles de calidad?

R: Existen, pero hay mucho que mejorar. Siempre habrá dudas mientras no se solvente el problema de las catas en los aceites, donde puede haber discrepancias en un 30% de los análisis, según estudios oficiales. La mayoría de escándalos sobre calidad están relacionados con esto. También hay que avanzar en la trazabilidad de los diferentes aceites… Hay que apostar por la calidad para que no haya fraude. Vamos a implantar nuevos mecanismos de control de la calidad en Dcoop, porque es fundamental en cuestiones como la pureza del producto y estamos abiertos a que colaboren todas las empresas del sector que estén interesadas en desterrar prácticas de fraude.