El exconsejero de Bankia José Antonio Moral Santín considera "inaudito y preocupante" que las reuniones que a principios del mes de mayo de 2012 mantuvieron el entonces ministro de Economía, Luis de Guindos, con el presidente de la entidad, Rodrigo Rato, y otros banqueros, no contasen con la participación del Banco de España ni figurasen en las actas ni registros del Ministerio.

Así lo ha señalado el exdirigente de Izquierda Unida a preguntas de su abogado durante el juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011 que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid). Moral Santín, que actualmente cumple condena de cuatro años de prisión por las tarjetas black, ha asegurado que él y el resto de los consejeros de Bankia desconocían la existencia de estas reuniones, en las que se acordó la salida de Rato de la entidad.

Según detalló el propio Rato a preguntas de la Fiscalía Anticorrupción durante su interrogatorio en el juicio, los tres principales banqueros españoles del momento, Emilio Botín (Banco Santander), Francisco González (BBVA) e Isidro Fainé (CaixaBank) mantuvieron una reunión con Guindos sobre la crisis de Bankia entre los días 4 y 6 de mayo de 2011.

Fue en una de estas reuniones en las oficinas del Ministerio de Economía en el Paseo de la Castellana de Madrid donde Francisco González pidió el 6 de mayo de 2012 a Rato que dimitiera al considerar que "no era buena idea" que un miembro del Gobierno del PP mantuviera el papel de presidente de un banco que debía ser rescatado, según el relato de Rato, quien afirmó que poco después fue el propio Guindos quien le pidió su dimisión en calidad de ministro.

El pasado martes, 5 de marzo, Moral Santín aseguró al tribunal que desconocía la existencia de estas reuniones y ha criticado que el Banco de España no participase en ellas. "Cada vez que hemos conocido un dato ha sido mayor la sorpresa, porque esa reunión se celebra sin actas y participan las tres principales entidades de la competencia", ha señalado. El exconsejero también ha resaltado que el Ministerio de Economía "desoyó" la aprobación del Banco de España del plan de saneamiento al afirmar que Bankia debía someterse a un nuevo plan de reestructuración y reformas. "El Ministerio de Economía ocupó el papel del Banco de España y tomó unas decisiones que son las que obligaron a Goirigolzarri el día 25 a reformular las cuentas", ha asegurado Moral Santín.

Las cuentas le parecen 'las mismas'

Según ha sostenido durante su interrogatorio, las cuentas de 2011 formuladas inicialmente en el mes de marzo de 2012 y las reformuladas en mayo "son las mismas", hasta el margen bruto. "La columna vertebral de las cuentas es la misma, se ponderan nuevas necesidades de provisionamiento de determinadas carteras y entonces, a partir del margen bruto, se dice que hay que hacer mayores provisiones de las que se preveían el 28 de marzo, pero las cuentas son las mismas", ha asegurado.

Moral Santín también ha afirmado que las cuentas de 2011 no presentaban ninguna salvedad y que eran el resultado del proceso evolutivo de la entidad. "Para mí, las cuentas que se nos presentaron el 28 de marzo a cierre de 2011 eran el resultado natural y lógico de la evolución que habían seguido los estados contables en el año", ha indicado.

Estas cuentas fueron aprobadas por el consejo de Bankia sin el borrador del informe de auditoría de la empresa Deloitte, pero Moral Santín ha asegurado que eso "tampoco es preceptivo" y que el informe debe hacerse una vez que se han formulado las cuentas. El exconsejero ha asegurado que se enteró por los medios de comunicación de que finalmente las cuentas habían sido enviadas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 30 de abril sin informe de Deloitte, y el 4 de mayo el secretario general de la entidad, Miguel Crespo, envió un correo a los consejeros comunicando que estaba a la espera de que el auditor enviase dicho informe.

"Se nos dice que no hay problemas y ya no vuelvo a saber nada de esto hasta mayo, ya con el nuevo presidente", ha señalado. En este sentido, el actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri informó al consejo tras la salida de Rato el mismo 9 de mayo de que la entidad tenía "problemas" y que se encontraba por debajo de los niveles normativos. "En aquel momento tampoco se habla de reformulación y pedimos que se resuelva cuanto antes, que estaba siendo un problema para la marca de la empresa y la confianza del mercado, y nos dicen que sí, que esperan que se va a resolver pronto", ha señalado Moral Santín, quien cree que fue el Ministerio de Economía el que llevó a Goirigolzarri a reformular las cuentas días después.

Un informe del FMI que no era del FMI

Respecto a si hubo alguna comunicación que pusiese en duda la viabilidad de Bankia, el exconsejero ha recordado que el informe de auditoría de las cuentas reformuladas y la memoria de las cuentas de 2011 del grupo BFA-Bankia indicaban "claramente" que el cambio de provisiones y las nuevas valoraciones que se hicieron en la refomulación se debían a "determinados efectos sobrevenidos" que tuvieron lugar entre el 28 de marzo y el 25 de mayo. "Se ha dicho que hubo una nota del Fondo Monetario Internacional (FMI) observando que había una gran entidad española que estaba en serio riesgo de solvencia, la prensa se hizo eco y hubo un desmentido de la propia Bankia, porque se lo pedimos los consejeros y así figura", ha indicado.

Así, el 27 de abril Miguel Crespo firmó un comunicado en nombre de la entidad desmintiendo esa información acerca de las dificultades o problemas que se atribuyen a la supuesta nota del FMI, que el propio organismo "nunca ha querido reconocer como suya a posteriori", ha resaltado Moral Santín.