Las dudas sobre la efectividad de las vacunas más adelantadas (Pfizer, Moderna), especialmente en el caso de AstraZeneca, han desinflado el empuje que han vivido las Bolsas en este noviembre que acaba de terminar. Las estadísticas apuntan a que éste será para el mercado de acciones español el mejor mes de toda su historia con más de un 25% de ganancia. Aun así, el índice Ibex 35 aún pierde un 15% desde que comenzó el año. Sin embargo, los inversores comienzan a dudar y a vender lo que más ha subido. Esperan ver cómo se materializan las vacunaciones en tiempo y su eficacia. Quedan por responder muchas preguntas que se irán despejando en los próximos meses.

Pfizer tendrá ya vacunas disponibles para este diciembre y tanto su remedio como el de Moderna seguramente reciban el próximo 10 de diciembre la aprobación de los organismos supervisores para empezar a comercializarse.  Los mercados financieros entran en un momento de impasse pero con una perspectiva muy positiva si se abre el camino hacia la inmunidad total.

El éxito de las vacunas será un importante revulsivo para los mercados de riesgo y, especialmente, las Bolsas. Pero Chris Iggo, analista de la gestora AXA Im cree que los inversores esperarán un poco a confirmar la efectividad de las vacunas: “El peligro es que los mercados recaigan ahora en una fase de esperar y ver, similar a la caracterizó el escenario entre agosto y las elecciones estadounidenses”. Una idea que comparte con los expertos del banco estadounidense Goldman Sachs: “Habrá una brecha entre la aprobación de las vacunas y el logro de la inmunidad colectiva por lo que los riesgos del coronavirus para la economía y los mercados  estarán con nosotros durante varios meses más”.

El banco suizo UBS espera una disponibilidad generalizada de la vacuna en el segundo trimestre de 2021. Será el momento en que “los inversores diversificarán sus carteras hacia sectores más cíclicos del mercado que han quedado rezagados en 2020 y salir de las grandes tecnológicas y de los beneficiarios de la permanencia en el hogar. Deberán mirar áreas más cíclicas como el mercado británico, que sigue un 17% por debajo de sus máximos históricos, y los valores de pequeña y mediana capitalización, que cotizan con un descuento del 15% frente a las empresas de gran capitalización”, recomiendan.

En Goldman Sachs creen que los inversores deben prepararse para “una expansión económica global más amplia y profunda en 2021, que debería favorecer los activos de riesgo en general, pero los activos más sensibles al crecimiento en particular, incluyendo materias primas, títulos de renta variable cíclicos y emergentes”. Valores refugio como el propio dólar o el oro se depreciarán en esos momentos de euforia por el riesgo.

Los bonos que han tocado mínimos en los meses de confinamiento no verán modificados sus precios y tipos porque continuará el apoyo de los bancos centrales, como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo. El estratega económico de Deutsche Bank, lo resume: “Los osos (bajistas) de los bonos están en el camino correcto, pero tendrán que ser más pacientes que los que negocian con otros activos”. Así, la burbuja que existe sobre el mercado de bonos por las compras masivas de los bancos centrales continuará todavía algunos años. Una burbuja que deberá pincharse con mucha suavidad para no generar un crash en las finanzas mundiales.

Por último, Philippe Waechter, economista jefe de la gestora Ostrum AM, enfría a los más optimistas: “El cierre ha matado a algunos sectores como el turismo, el transporte aéreo o la restauración que se recuperarán pero no con el impulso que tenían antes de la crisis. Al mismo tiempo, se fortalecen nuevos sectores como las energías alternativas, el transporte terrestre, las tecnologías”, explica. Esos sectores necesitarán mucho más tiempo para volver a la situación de 2019.