Mercadona, además de las marcas habituales, ofrece una serie de "marcas recomendadas" o marcas propias como la popular Hacendado. Estos productos eran elaborados por proveedores que se encargaban de venderlo por categorías. Ahora, la empresa de Juan Roig ha decidido innovar hacia lo que llama el "Modelo Totáler", que consiste en que cada proveedor competirá en elaborar un sólo producto, especializándose en él y que compartirá categoría con otros proveedores, que estarán igualmente bajo la marca blanca valenciana. Esto es: que si compramos pan tostado y pan de molde Hacendado, éstos no tienen por qué haber sido fabricados por la misma empresa, como ocurría con el modelo anterior. 

Si antes eran 120 empresas las que se encargaban de elaborar las categorías completas, ahora los más de 1.400 proveedores de Mercadona competirán por cada tipo de producto. Así, por ejemplo, en la categoría de salsas preparadas, la salsa de setas y la salsa de trufa serían fabricadas por empresas diferentes, pese a comercializarse ambas como Hacendado. 

Para la empresa valenciana, los productos deben adecuarse a cuatro criterios principales: seguridad Alimentaria, calidad definida de acuerdo al criterio de los clientes, servicio y mínimo presupuesto. Además la cadena de supermercados lo quiere definir como un modelo "win-win", en el que todo el mundo gana y para ello introduce incentivos como el "contrato indefinido" al producto, una relación a largo plazo con su fabricante, su cuota de mercado del 25,6% en más de 1.600 tiendas y un modelo que también busque ser rentable para el proveedor y socialmente responsable. 

En todo ello Mercadona también quiere buscar un modelo ágil y transparente, en el que se reconoce corresponsable de sus marcas y para el que quiere adoptar un papel que va más allá del de mero distribuidor. De paso, iguala en la práctica a sus más de 1.400 proveedores, que podrán optar siempre a especializarse en productos concretos.