El mercado laboral español continúa con su senda positiva y un mes más presenta unos datos que así lo evidencian. El número de afiliados ha crecido ya en más de medio millón de personas en lo que va de año y supera los 20,7 millones, según los datos publicados este lunes por la Seguridad Social. Así, ateniendo al 13 de octubre como último día a incluir dentro de la estadística, el número de trabajadores ha crecido en 513.591, en términos desestacionalizados, lo que eleva la cifra total hasta los 20.754.485 cotizantes.

Estos valores son los más altos de la historia para este periodo lo que, más allá de ser una gran noticia para aquellos nuevos trabajadores y un fuerte argumentario para el Gobierno de coalición, empuja a la economía española funcionando como uno de sus principales motores. Atendiendo a la progresión registrada entre mediados de septiembre y mediados de este mes, se ha registrado una progresión de 39.157 afiliados, en términos desestacionalizados. Así, en comparación con los datos previos a la pandemia y a la reforma laboral, el número de trabajadores ha crecido en 1,4 millones.

¿Cómo han afectado los cambios laborales a la hucha de las pensiones?

Este domingo, el Gobierno ha remitido a la Comisión Europea el Plan Presupuestario para 2024. Este recoge las previsiones de crecimiento, déficit y demás variables económicas, que han mejorada en la estimación española. El mercado de trabajo español es una de las puntas de lanza que el Ejecutivo presume en el texto mandado a Bruselas, aludiendo a lo “niveles máximos de empleo, menor temporalidad y reasignación hacia sectores de TIC, I+D y ciencia”. Además, la mejora de las estimaciones de crecimiento se apoya mucho en la “buena marcha del empleo y las rentas salariales”, que pueden impulsar el “consumo privado”.

Además, más allá de la nueva norma laboral, la otra gran reforma de la legislatura, la reforma de las pensiones, también ha introducido cambios laborales con la firma de José Luis Escrivá. Esta ley afecta, sobre todo, a los aspectos relacionados con las cotizaciones. En este sentido, las principales modificaciones son el aumento de las bases de cotización máximas o la introducción el Mecanismos de Equidad Intergeneracional (MEI), modificaciones que el Ejecutivo estima que le reporten más de 4.000 millones en 2024.  

Este aspecto es muy relevante para las cuentas nacionales y para el tejido laboral, dado que al plasmar la reforma una subida interanual con respecto al Índice de Precios de Consumo (IPC) y a la pirámide poblacional, el gasto se incrementará. Las previsiones fiscales de Seguridad Social, pese a que la cuantía dependerá de cómo quede la tasa de inflación, sitúan la subida de las pensiones del año próximo entre el 3,5% y el 4,5%.

El incremento de las bases para que los salarios más elevados coticen por una mayor cuantía tendrá un fuerte impacto en la recaudación de 2024, momento en el que entra en vigor. La subida de las bases máximas se efectuará entre 2024 y 2050 y se realizará sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de los 1,2 puntos porcentuales. El Gobierno prevé, según refleja el Plan Presupuestario mandado a Europa, que el impacto en los ingresos sea de 308,5 millones de euros.

Por otro lado, el MEI se encuentra ya en aplicación, tras sustituir al anterior factor de sostenibilidad. Esta herramienta contempla una aportación extra de la cotización del 0,6% (0,5% recaerá sobre las empresas y 0,1% sobre el trabajador) que irá destinada al Fondo de Reserva, es decir, a la hucha de las pensiones. Esta cuantía va a pasar de los 0,6 puntos porcentuales actuales a 1,2 puntos porcentuales en 2029, a razón de una décima por año, por lo que el próximo año será del 0,7%.

El Gobierno calcula que esta medida reportará en 2024 unos ingresos a la Seguridad Social de 3.702 millones de euros, el equivalente aproximado al 0,24% del Producto Interior Bruto (PIB), frente a la recaudación del 0,20% del PIB para 2023. Este valor aumentará año tras año, debido a lo contemplado en la reforma. Así, en lo que respecta al ejercicio actual, el impacto presupuestario de la sobrecotización del MEI (0,6%) supera los 2.922 millones de euros, lo que eleva la diferencia entre años a los 780,5 millones de euros en ingresos adicionales.

Con estas modificaciones se espera que en la década de los 40 la hucha de las pensiones guarde entre 120.000 y 130.000 millones de euros, destinados a garantizar la sostenibilidad del sistema con la llegada del baby boom a la edad de jubilación. Esta sería la mayor cuantía que guardaría la hucha, que alcanzó su mayor nivel en 2011 (68.000 millones).