La inflación en España ha repuntado este mes de septiembre hasta el 3,5%, casi un punto desde el dato de agosto. Una cifra que se explica con el incremento de los precios de los alimentos y, por el cual, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha facilitado el listado de supermercados que menos han subido el coste de la cesta de la compra.

Las cadenas valencianas Mercadona (10%), presidida por Juan Roig, y Masymas (8%), de la distribuidora Juan Fornés Fornés, S. A, junto con Eroski City (8,8%) y Eroski (8,1%), son las que menos han subido precios en el panorama nacional mientras que Family Cash y Alcampo se sitúan como los supermercados nacionales más baratos para hacer la compra en España. A la contra, Coaliment se convierte en el supermercado más caro en España para llenar la cesta de la compra, seguido por Amazon y Unide.

La subida de la inflación en los últimos meses ha hecho que los productos que se incluyen en la cesta de la compra hayan subido en un 14,1%, es decir, el segundo incremento más grande de los últimos 35 años, según la OCU. "Los consumidores han sufrido en dos años un incremento del 30,8% en el coste de los alimentos y droguería, es muy significativo y hacía mucho tiempo que no pasaba", ha avanzado el portavoz de la OCU, Enrique García.

Si los consumidores deciden acudir a aquellos supermercados más baratos, el ahorro que pueden hacer sería de 1.056 euros anuales, un 6,2% más que el año pasado, debido al incremento del gasto para las familias en el marco de la inflación.

¿Dónde están los supermercados más baratos?

El informe revela que los hipermercados de Alcampo en Vigo y en Murcia son los establecimientos más baratos; mientras que, de nuevo, dos establecimientos de Sánchez Romero en Madrid, situados en la calle Arturo Soria y en Castelló, son los más caros de España.

De esta forma y según el estudio, Alcampo es la opción más barata para hacer la compra en 23 ciudades, seguida muy de cerca por Mercadona, en 21 localidades, y a mayor distancia se sitúan Family Cash y Tifer, que son las opciones más baratas en seis ciudades.

Respecto a las ciudades donde es más barato llenar la cesta de la compra son Teruel y Córdoba, seguidas de Jerez de la Frontera, Ciudad Real, Burgos, Castelló, Puertollano, Vigo, Lugo, Zamora, Cádiz, Cuenca y Palencia, mientras que Palma de Mallorca, Madrid, Getxo y Las Palmas de Gran Canaria son las más caras.

Por su parte, La Rioja, Galicia y Murcia son las comunidades autónomas más baratas para hacer la compra en España, mientras que Canarias y Baleares son aquellas donde sale más caro de media hacer la compra.

El informe ha analizado un total de 155.489 precios de productos tras visitar 1.108 establecimientos repartidos por 65 ciudades españoles además de Internet.

MasyMas, Eroski y Mercadona, las cadenas que menos suben los precios

El portavoz de la OCU ha destacado este jueves que el incremento de los precios ha sido generalizado “en todas las cadenas sin excepciones", pese a que “no suben lo mismo”. Así, la media se ha fijado en un 12,1%.

Por cadenas, E. Leclerc (16,8%), Supeco (15,8%), Carrefour Express (15,3%) y BM Urban (15,1%) son las enseñas que más han elevado los precios, mientras que Mercadona (10%), Eroski City (8,8%), Eroski (8,1%) y la cadena Masymas (8%) son las que menos lo han hecho en el panorama nacional.

Un 90% de subida

En cuanto al análisis de precios llevado a cabo por la OCU para estructurar el informe de los supermercados, queda constatado que un 90% de los 236 productos que componen la cesta han elevado sus precios, siendo las subidas más acusadas en los productos elaborados y algo menos acusadas en los frescos, un sector en el que fueron algo más frecuentes las pocas bajadas de precios registradas.

García ha calificado de "más que espectaculares" la subida de precios que han protagonizado algunos alimentos como el azúcar (65,7%), la leche condensada (61,4%), las zanahorias (56,1%) y las patatas fritas congeladas (49,7%) los que más suben. Las bajadas más llamativas corresponden a productos que sufrieron subidas "excepcionales "el pasado año como es el caso del aceite de girasol (-39,8%), que se disparó por la guerra en Ucrania, o los plátanos de Canarias (-34,8%), que escasearon tras la erupción en La Palma.

La organización de consumidores ha destacado que, en tiempos de una elevada inflación y pérdida de poder adquisitivo para los consumidores, la única forma de hacerle frente es comprar en el establecimiento más barato.

De esta forma, percibe notables diferencias entre las ciudades: el máximo ahorro posible se da en Madrid donde alcanza los 3.928,43 euros; a la contra, en Cuenca tienen menos posibilidad de ahorro tienen, ya que la diferencia entre el establecimiento más caro y el más barato solo es de 430,25 euros.

"El gasto en alimentación ha crecido de forma importante tras dos años de subida de precios, pero hemos perdido capacidad adquisitiva, ya que comprar la misma cesta implica destinar un mayor porcentaje del presupuesto familiar", ha advertido el portavoz.

La OCU pide al gobierno prolongar el cheque familiar

Con este telón de fondo, la OCU ha solicitado al Gobierno central, en funciones, que aumente la cuantía y el número de beneficiarios del cheque de alimentos vigente. "El perjuicio de la subida de precios en las economías familiares es muy elevado, por tanto, creemos que hay que ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad económica, a las familias vulnerables con esta cuestión", ha asegurado García.

Tras conocerse el dato del IPC, García ha advertido de que el "panorama no es muy halagüeño para las familias", mostrando su "preocupación" por la subida 12 semanas consecutivas de los carburantes. "Lamentablemente creemos que va a tener incidencia en el futuro en la continuidad del aumento de la subida de los precios".

Por otro lado, la organización también ha reclamado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) que intensifiquen los controles e inspecciones "inmediatas" para garantizar un control de la cadena de producción para evitar los abusos y la especulación que pudieran producirse y que tienen efectos negativos tanto para el sector como para los agricultores y especialmente para el consumidor.