La inflación española se mantiene por debajo de los niveles europeos, pero el encarecimiento de la energía y los carburantes ha propiciado un avance que la aleja del 2%. En septiembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha vuelto a repuntar y se sitúa en el 3,5%, nueve décimas por encima del dato de agosto. A pesar del ascenso, España mantiene una de las inflaciones de menor valor entre los 20 países que comparten el euro como divisa y habrá que esperar el vertido de datos del conjunto de economías europeas para la comparativa.

El dato adelantado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que deberá ser confirmado el próximo 13 de octubre, distancia a la economía de valores en torno al 2% de inflación, objetivo establecido por el Banco Central Europeo (BCE), después de un ascenso de casi un punto porcentual. El IPC de septiembre es cinco puntos y medio inferior al marcado hace un año, cuando se alcanzó el 9%, momento en el que comenzaron a reducirse los valores gracias a la bajada de la energía. Ahora, esta comparativa con los precios de la energía y el combustible de hace un año ha golpeado las cifras de 2023.

“Estos datos reflejan el efecto base de los precios de la electricidad y, en menor medida, en los carburantes”, señalan desde el Ministerio de Asuntos Económicos. Con todo, este es el tercer encarecimiento consecutivo de la inflación, que se mantiene por debajo de la media europea, pero se aleja del 1,9% reflejado en junio, valor más bajo desde que comenzó el alza de los precios. No obstante, la tesitura española es mejor que la de las grandes economías europeas y fuentes de Economía ponen en valor que “España lleve más de un año entre los países con menor inflación y mayor crecimiento de la zona euro”.

“Las medidas de política económica adoptadas por el Gobierno están favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, la ganancia de cuota de mercado y el aumento del poder adquisitivo de los salarios”, trasladan por la cartera liderada por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño. En el Gobierno, como indicaban las previsiones de diversos organismos, se esperaba un repunte del dato; no obstante, el ascenso de nueve décimas es mayor al esperado y habrá que esperar al dato desgranado para conocer en detalle la influencia de los diferentes grupos.

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El dato positivo lo aporta la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- que se mantiene en la senda descendente en el noveno mes del año, por segundo mes consecutivo, y reduce su porcentaje en trés décimas. Así, el valor consigue volver a niveles por debajo de los seis puntos y se detiene en el 5,8%. Esta es la menor tasa registrada en el último año y el dato más bajo desde junio de 2022. 

A nivel mensual, el IPC experimenta un aumento del 0,2%, lo que significa frenar el avance tres décimas en comparación con el mes anterior. Con el repunte entre agosto y septiembre, se encadenan cuatro subidas intermensuales. Por otra parte, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), aquel al que atiende Bruselas para realizar las estadísticas comparadas entre países, se eleva ocho décimas y se sitúa en el 3,2%, después de sufrir una variación de más de medio punto (0,6%).

Comparativa europea

Pese a que habrá que esperar a las nuevas estadísticas de Eurostat -oficina estadística europea- los últimos datos colocan a España como el segundo país con la inflación más baja del continente. Entre los Veintisiete, Dinamarca (2,3%), España y Bélgica (ambas con un 2,4%) marcan los datos más bajos, grandes economías como Francia (5,7%) o Alemania (6,4%) se mantienen muy lejos del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).

Los peores posicionados son Hungría, que marca un 14,2% de inflación, seguido de República Checa, que también supera las dos cifras con un 10,1%. El vagón de cola lo completa Eslovaquia con un 9,6%, seguida muy de cerca por Polonia (9,5%). Las grandes economías tampoco atraviesan una buena situación, a excepción de España, y más allá de los valores bávaros y galos, Italia supera la media de la eurozona con un 5,5% y los Países Bajos se ubican en un 3,4%.

Atendiendo al dato general, la zona euro cerró agosto con una reducción una décima con respecto al mes de julio, alejándose ya del 9,1% marcado en el mismo mes del 2022 y ubicándose en el 5,3%. Por su parte, la Unión Europea (5,9%) ha mejorado en dos décimas el dato del mes pasado y es ya más de cuatro puntos inferior al 10,1% de hace un año. En suma, la inflación se redujo en el octavo mes del año en 15 Estados, se mantuvo estable en uno y aumentó en once.