El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, dice que no dijo lo que efectivamente dijo. O algo así. Ayer, entrevistado por Carlos Alsina en Onda Cero, el dirigente popular criticó las políticas sociales del Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) y afirmó que si era elegido presidente del Gobierno, volverían a los acuerdos que el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) alcanzó con sindicatos y patronal, en los que el salario mínimo interprofesional (SMI) alcanzaría los 850 euros mensuales en 2020. Esto es, 50 euros menos que ahora. Casado se apresuró a decir que él jamás había dicho tal cosa, pese a que sus palabras están grabadas y fueron confirmadas en principio por los servicios de prensa del PP.
Cuando Casado se quiso desdecir, calificando sus propias declaraciones de fake news (bulos, noticias falsas en inglés), los mismos servicios de prensa que confirmaron las declaraciones se apresuraron a contactar con a las redacciones de distintos medios exigiendo rectificaciones, entre ellos ElPlural.com. Esta mañana su director de campaña, el exalcalde de Vitoria Javier Maroto, en declaraciones a Antena 3, ha seguido negando las palabras de su candidato. Maroto afirmó que el PP "nunca" reducirá los 900 euros del SMI, sino que lo subiría de acuerdo a la evolución de la economía. "Las últimas acciones de nuestro Gobierno fueron subirlo, por tanto nunca bajada de los 900 euros", ha insistido Maroto. "No lo vamos a bajar, hay que ser sinceros", repitió. "Lo vamos a seguir subiendo en la senda del crecimiento económico"
Sus palabras, tal y como quedaron recogidas por los micrófonos del programa Más de Uno fueron literalmente: "Cumplir la negociación a la que llegó el Gobierno con acuerdo de la patronal y los sindicatos para subir el salario mínimo a 850 euros en el año 2020".
No es la primera vez en la que Maroto tiene que salir a rectificar declaraciones de los primeros espadas del PP, la última vez hace menos de dos semanas, cuando el número dos por Madrid, Adolfo Suárez Illana, comparó la actual regulación del aborto con un falso ritual de decapitación de bebes neanderthales y afirmó -también falsamente- que en el Estado de Nueva York se podían abortar bebes ya nacidos.
