En el mismo foro en el que ha hablado Andic, poco antes lo había hecho el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. En su intervención, ha insistido en que hay que reformar el marco de las relaciones entre empresas y trabajadores y en sus intervenciones ya es un clásico su petición de desvincular los salarios del IPC para relacionarlos con la productividad.

Asegurar el poder adquisitivo
UGT reivindica el actual modelo salarial porque, además del IPC, toma en cuenta la productividad. Para el sindicato, la "clave" estaría en asegurar el poder adquisitivo de los trabajadores: "La única salida que tiene España para recuperar su actividad y el empleo es recuperar el consumo y la inversión", señala y por ello consideran que mantener el poder adquisitivo es fundamental.

Disposición a negociar
CC.OO es menos beligerante en esta materia y ha manifestado que los sindicatos están "dispuestos" a discutir la conveniencia de fijar las subidas salarias a través del IPC o de la productividad, si bien recordó que existe un acuerdo vigente hasta 2012, por lo que aplazó el debate a partir de 2013. "El marco para hablar de salarios es el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva (AINC)", señaló la semana pasada Fernando Lazcano, secretario de Comunicación de Comisiones.

Subidas pactadas en convenios
Según los últimos datos difundidos por UGT, los aumentos salariales pactados en convenios durante 2011 han alcanzado el 3,01% de media, por encima de la horquilla de entre el 1% y el 2% recomendada en el AINC, si bien recuerda que se trata en su mayoría de subidas en el marco de convenios plurianuales que toman como referencia el IPC de 2010.

1.632 convenios cerrados hasta abril
Más de tres millones de trabajadores tienen ya reguladas sus condiciones de trabajo en un total de 1.632 convenios cerrados, de los que sólo 59 son convenios nuevos registrados hasta el mes de abril de 2011, señala el sindicato.

La situación es muy preocupante, porque el fuerte incremento de la inflación (ya va por el 3,8%) puede provocar una nueva subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) que, a su vez, alimente la subida de precios y dificulte las posibilidades de recuperación económica.