Arabia Saudí ha diseñado una hoja de ruta para que su economía y su altísimo nivel de vida no dependa únicamente del petróleo. El programa se llama "Vision 2030" y, de llevarse a cabo supondría la mayor revolución que acomete ese país desde su fundación en 1932. Para empezar, lo ha presentado el príncipe heredero Mohamed bin Salman que tiene 30 años, y es la primera vez que la monarquía saudí da relevancia a un heredero menor de 70 años, dado que esta casa real es conocida por  que son proclamados reyes ya en su ancianidad. Lo más importante de esta 'revolución' es la venta de hasta un 5% de la petrolera estatal Aramco y su salida a bolsa.

Una gigantesca salida a bolsa
Aramco posee unas reservas de petróleo estimadas en 260.000 millones de barriles, seis veces más que las mayores petroleras privadas, y está valorada en la friolera de 2 billones de dólares. Hay muchos países que no tienen un PIB por ese valor. En la presentación del plan el príncipe heredero afirmó que, aunque solo se sacara a bolsa el 1% de la compañía "supondría la mayor salida a bolsa del mundo", según informan agencias de noticias internacionales.

Y el fondo soberano más rico
Con lo que piensa ganar con la salida a bolsa, la monarquía saudí pretende inyectar liquidez en su fondo soberano hasta llegar a los 1,777 billones, lo que le convertirá en el mayor fondo soberano del mundo dejando muy atrás al resto. Como ejemplo baste decir que tendría más del doble de capital que el fondo soberano noruego y "controlará más del 10% de la capacidad inversora del mundo".

Crisis en Arabia, lo nunca visto

Tener un mar de petróleo y gas bajo su inmenso desierto ha permitido a Arabia Saudí nadar en la abundancia desde su constitución como Estado hace tan solo 84 años. Sus ciudadanos no pagan impuestos, gozan de todo tipo de subvenciones y servicios gratuitos, dos de cada tres trabajadores son funcionarios, las mujeres no trabajan y cualquier tipo de trabajo manual lo realizan los inmigrantes, dado que los saudíes de nacimiento consideran este tipo de tareas una humillación.
Sin embargo el derrumbe de los precios del petróleo en torno a los 40 dólares barril ha tocado seriamente la economía de Arabia Saudí, hasta el punto de que por primera vez en su historia han recortado subsidios y en poco tiempo se pondrán impuestos indirectos, sobre bienes de lujo y bebidas azucaradas.
Actualmente el 70% de los ingresos del país proceden de la energía, pero necesita el precio del barril a 66 dólares para mantener el lujoso nivel de vida de sus ciudadanos nativos y élites, algo que no parece probable a corto plazo. Actualmente Arabia Saudí tiene un gigantesco déficit del 13% y el descenso del precio del petróleo les ha llevado a buscar alternativas urgentemente.