Por fin un estudio universitario que dice algo que querías oír. Steve Jobs tenía razón, para ser jefe no hace falta ponerse corbata y traje de ejecutivo. No sabemos si Jobs era un buen jefe, sus biografías dicen que no tanto, pero en cualquier caso, eso lo hacía bien. Por lo menos según la Universidad de Exeter Business School y la Escuela de Administración de la Universidad de Bradford.

El típico experimento de preguntar a la gente por los jefes

Los científicos pidieron elegir entre las fotos de modelos a aquellos que parecían líderes excelentes, de tipo medio o mediocres. Querían averiguar cómo las personas juzgan las cualidades de liderazgo de sus jefes según su apariencia. Los resultados mostraron que todos tenían un punto de vista completamente diferente de lo que parece un líder. Esto desconcertó a los expertos, hasta que se dieron cuenta de que la gente dibujaba en su mente sin saberlo, la propia imagen de sí mismo, porque nadie tiene una idea clara de lo que realmente debe ser similar en un líder, o lo que debe expresar la personalidad.
La Dr. Sarah Gilmore, de la Universidad de Exeter Business School, dijo: "Cuando nos fijamos en cómo las personas se describen a sí mismas y la comparamos con la forma en que describen a los líderes, encontramos que la imagen de espejo de su 'excelente' líder 'ideal' era de la de sí mismos .
Para los investigadores, la conclusión fue clara: "Esto demuestra que en ausencia de una idea clara de lo que un líder debe ser, la mejor manera de ser el mejor es ser tú mismo." Al fin y al cabo, las personas confiamos en los que son como nosotros, y si un jefe se muestra natural, no necesitará ponerse un traje caro para liderar a su equipo de trabajo, sino razones y empatía. Aunque, si hacemos caso del estudio literalmente, la corbata tampoco te hará un mal jefe, si todos en la empresa la llevan. Un líder es otra cosa, y como dice el refrán, el hábito no hace al monje. Fuente: Exeter University