También seguía pesando el miedo a que rebajen la calificación de la deuda estadounidense, a pesar del acuerdo para que la mayor economía del mundo evitara la suspensión de pagos.
La debilidad del crecimiento económico de los países periféricos europeos y la desconfianza de los inversores en su capacidad para devolver los préstamos (Merrill Lynch indicó hoy que no invertirá en deuda española e italiana) también incidieron notablemente en la evolución de la deuda en esta jornada.

De nuevo por encima de los 400 puntos básicos
Así, poco después de la apertura, la prima de riesgo crecía hasta 403 puntos básicos, máximo desde 1997, mientras que el interés de la deuda nacional a diez años avanzaba hasta el 6,4 por ciento. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aplazaba el comienzo de sus vacaciones para analizar la situación mientras se recibía el apoyo de la Comisión Europea, que indicaba, al igual que el Ejecutivo, que España no se encuentra en una situación para ser rescatada.

Relajación y vuelta a las tensiones
Con la ayuda de algunos inversores -se hablaba de que China estaba comprando bonos españoles- y la subasta de deuda en Bélgica, que colocó 2.750 millones en obligaciones a diez años, la situación se relajó, aunque al final de la jornada volvió a tensarse. El ataque se extendió a Portugal, que mañana subastará entre 500 y 750 millones de euros de deuda a corto plazo. El rendimiento de la deuda portuguesa a largo plazo subió quince centésimas y se situó en el 10,736 por ciento.

Problemas en Italia, Grecia, Bélgica...
Italia, la tercera economía de la zona euro, no fue inmune al acoso de los inversores. En medio de rumores de dimisión del ministro de Economía, Guilio Tremonti, y de reuniones para analizar la crisis entre las autoridades económicas, la deuda italiana aumentó su interés doce centésimas y se situó en el 6,12 por ciento, máximo desde 1997. Por su parte, la deuda griega aumentó su rendimiento nueve centésimas, hasta el 14,537 por ciento, en tanto que los bonos irlandeses rebajaban su rentabilidad 23 centésimas, que se situaba en el 10,39 por ciento. Mientras los inversores aguardaban a la votación en el Senado estadounidenses sobre el aumento del techo de gasto presupuestario, el rendimiento de la deuda a diez años de este país bajaba siete centésimas hasta el 2,67 por ciento.

Nuevo mínimo en la bolsa
Por otra parte, la bolsa española bajó hoy el 0,85 por ciento y registró un nuevo mínimo anual cerca de 9.000 puntos, afectada por los malos datos de actividad en los Estados Unidos y por la volatilidad en el mercado de deuda, donde la prima de riesgo se situaba en 385 puntos básicos. Así, el principal índice de la bolsa española, el IBEX 35, perdió 77,20 puntos, equivalentes al 0,85 por ciento, hasta 9.037,70 puntos, nuevo mínimo anual y nivel desconocido desde comienzos de julio del año pasado. Las pérdidas acumuladas en este ejercicio ascienden al 8,33 por ciento. De los grandes valores del mercado español bajaron Repsol, el 1,44 por ciento; Banco Santander, el 1,22 por ciento, y BBVA, el 0,82 por ciento. Telefónica repitió cotización e Iberdrola subió el 0,2 por ciento.

Caídas en toda Europa
En Europa, con el euro a 1,43 dólares, las principales plazas bajaban antes del cierre nacional: Londres, el 2,3 por ciento; París, el 1,65 por ciento; Milán, el 1,5 por ciento; Fráncfort, el 1,05 por ciento, y el índice Euro Stoxx 50, el 0,7 por ciento.