La reducción de la jornada laboral se le está atragantando al Ministerio de Trabajo y el ultimátum lanzado hace más de 15 días se ha vuelto en contra de Yolanda Díaz. La ministra del ramo ha recuperado una actitud negociadora, presentando nuevas propuestas y asumiendo cesiones en favor de los empresarios; sin embargo, la Asamblea General de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), celebrada este martes, ha traído buenas noticias a su presidente, Antonio Garamendi, que ha sumado a un aliado Parlamentario a sus filas y se muestra desafiante.

El Gobierno de coalición no cuenta con una mayoría sólida en el Congreso de los Diputados y cada votación se torna en una batalla para conseguir reeditar los apoyos que convirtieron a Pedro Sánchez en presidente. Uno de los contendientes más duros es Junts per Catalunya, formación independentistas y conservadora a la que su carácter elitista y empresarial le empuja a vender muy cara su piel en materia social. Los herederos de Convergencia y representantes de la burguesía catalana se encuentran inmersos en una pugna por la Generalitat y las batallas que han escogido son laborales y migratorias.

La formación de Carles Puigdemont ya ha anunciado que no apoyará una reforma de la Ley de Extranjería que reparte de forma solidaria entre los territorios a los menores inmigrantes que actualmente se encuentran en Canarias, salvo que Cataluña no entre en el reparto.  Asimismo, han trasladado a las organizaciones empresariales que, en el caso de que el Ejecutivo saque adelante el decreto de reducción de la jornada laboral, tumbarán la norma cuando esta llegue a la Cámara Baja, tal y como han adelantado fuentes de la CEOE a El Mundo.

La organización encabezada por Garamendi ha cargado reiteradamente contras las formaciones independentistas y contra el propio Puigdemont, posicionándose en contra de la amnistía y culpando los procesos nacionalistas de la situación empresarial que ha atravesado Cataluña. Sin embargo, la lógica de perro no como perro impera a la hora de la verdad y Junts es conocedor de la clase que representa. Para evitar las asperezas, la mediación está a cargo de Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal catalana, Foment del Treball, quién ha trasladado a CEOE el posicionamiento de los postconvergentes.

La Asamblea General, donde Garamendi aprovechó para cargar duramente contra la reducción de jornada y contra Díaz, ha sido el escenario elegido por Sánchez Llibre para trasladar la negativa de Junts. Aliviar los tiempos de trabajo es para el presidente de la CEOE “regalar 12 días de vacaciones al año pagadas por la empresa” y, aunque siguen negociando en la mesa de diálogo social, el discurso se ha endurecido. El cambio de Díaz, que ahora quiere negociar y ha dejado a un lado los órdagos, es una muestra clara para los empresarios de la desventaja del Ministerio.

Sin embargo, desde la cartera liderada por Díaz evitan evidenciar esta situación. “El Ministerio de Trabajo y Economía Social está sentado en una mesa planteando propuestas para alcanzar un acuerdo”, trasladando fuentes del departamento a ElPlural.com. Asimismo, aseguran no encontrarse preocupados por la siguiente fase del proceso, la aprobación en las Cortes. “La composición del Parlamento no ha impedido aprobar hitos anteriores”, han asegurado. Asimismo, la propia vicepresidenta ha asegurado confiar en recabar el apoyo de Junts y del PNV para una reducción contemplada en el acuerdo de Gobierno.

Próxima reunión, en una semana

Con este panorama, Díaz ha adelantado que la próxima reunión de la mesa de negociación tendrá lugar el próximo miércoles 17 de julio. "Ayer hubo una reunión de la mesa de diálogo muy importante, en la que el Ministerio de Trabajo hemos puesto otra propuesta más encima de la mesa, y he de decirles que, por primera vez desde enero, la patronal española entró en la negociación", ha señalado la ministra, que ha evitado valorar las críticas de Garamendi y ha preferido centrarse en sus palabras en favor de la negociación.

"Podemos estar trabajando en estos momentos", ha reconocido Garamendi, algo que a la vicepresidenta la resulta “un paso adelante, decidido, de la patronal española". "No me levanto nunca de una mesa. Por tanto, estoy convencida de que hay posibilidad de acuerdo", ha añadido, asegurando que “hay margen para el acuerdo”. "Por primera vez desde enero, la patronal española entró en la negociación y me parece que esto es muy importante", ha zanjado. Más allá de palabras, habrá que esperar una semana para conocer si existe acercamiento real o si el intercambio de golpes se prolonga más en el tiempo.