El Ministro de Industria, José Manuel Soria, ha afirmado que hay una "correlación, relación directa" entre la inyección de gas en el almacén subterráneo denominado "Castor", situado en el Delta del Ebro, y los seísmos que se ha registrado en los últimos días en los municipios de ribereños de Castellón, así como alguno de Cataluña. El almacén Castor es propiedad de la empresa Escal, participada por ACD en un 66,67%, y por la canadiense CLP que tiene un 33,33%.

"Sin constancia científica"
José Manuel Soria ha culpado al almacén de gas, pero al mismo tiempo ha querido curarse en salud y en una declaraciones a Onda Cero, dijo que su afirmación se basaba en datos del Colegio Nacional de Geólogos y del Instituto Geográfico y Minero Nacional, pero añadió que el almacén está siendo investigado por técnicos del Instituto Geográfico Nacional y del Instituto Geológico Minero "porque todavía no hay constancia científica" de que la inyección de gas sea la causante de  los seismos. En todo caso el ministro ordenó el cierre del almacén el pasado 26 de septiembre.

Mal precedente para el 'fracking'
La decisión de Industria de cerrar el almacenamiento y las declaraciones del ministro de culpar a la instalación de los seísmo, que han llegado a ser de 4,5 en la escala Ritcher, supone serios problemas por un modelo de extracción de gas denominado 'fracking' , que consiste básicamente en inyectar agua a presión donde se han detectado yacimientos de gas, para poder explotarlos. La reservas menguantes de petróleo, su precio cada vez más elevado, las mayores necesidades de energía ante el incremento del consumo de los países emergentes, han provocado que todos los países busquen energías alternativas, En España el nuevo sistema de impuesto del Gobierno prácticamente ha liquidado el sector de las renovables y empieza a haber interés por el 'fracking' que, a raíz de lo dicho por el propio ministro, no tiene mucho futuro.