El Banco Central Europeo, durante el año 2018, ha transmitido a los mercados un sesgo alcista en los tipos de interés que provocó que los analistas del mercado proyectaran las primeras subidas para el último trimestre de este año. Los acontecimientos de los dos últimos meses van a dificultar estas alzas en el tipo de interés de la moneda única.

En su camino hacia la regularización de la política monetaria el Canco Central cumplió su objetivo de dar por finalizado el programa de compra de activos (Quantitative Easing), aunque de manera descafeinada ya que los vencimientos de los bonos en su poder siguen siendo reinvertidos y, por tanto, si bien es cierto que deja de comprar bonos corporativos y soberanos de los países de la Eurozona, no retira la liquidez inyectada en el sistema que supera los 2.4 trillones de euros.

De hecho, tras el fin del programa de compra de activos los bonos europeos no han sufrido ningún cambio sustancial en sus rentabilidades mas allá de las provocadas por movimientos habituales del mercado.

El bono de 10 años alemán, que se toma como referencia para el euro, ha llegado incluso a caer a principios de año por debajo del 0.20%.

Rentabilidad del bund  bono 10 años Alemania.

Rentabilidad del bund- bono 10 años Alemania.

Y el bono de diez años español se mantiene en un 1.50%, nivel entorno a la media de cotización del último año.

Rentabilidad bono 10 años español.

Rentabilidad bono 10 años español.

De momento, podemos decir que el fin del programa de compra de activos, que en ciertos momentos del pasado año fue puesto en duda, principalmente por la tensión creada ante el incumplimiento de Italia de los objetivos impuestos por la Comisión Europea, se ha llevado a cabo con éxito y no va a tener ninguna repercusión sustancial en la curva de tipos de interés, al menos mientras el Banco Central Europeo mantenga la política de reinversión de estos activos.

Pero lo que le va a resultar más complicado, por no decir imposible, al banco central es abandonar su política de tipos de interés cero.

Las razones esgrimidas para una subida de tipos del euro, además de la de regularizar la política monetaria ultra-expansiva adoptada para hacer frente a la enorme crisis financiera del 2008, eran la del repunte de la inflación de la zona euro que alcanzó y superó ligeramente el nivel objetivo del 2% y también la de no desligarse en exceso de la política monetaria de Estados Unidos que ya había comenzado a subir tipos de interés. Un diferencial abultado provocaría desequilibrios en los mercados con toda seguridad.

Inflación eurozona.

Inflación eurozona.

Pero, en primer lugar, observamos que la inflación cedía en los dos últimos meses del año pasado hasta alcanzar un 1,6% en diciembre, después de tocar un máximo de 2,2% en el mes de octubre.  En gran medida, el repunte de la inflación en los meses desde mayo a octubre se debió al alza de la cotización del petróleo, sin embargo, desde entonces el crudo ha caído hasta el día de hoy, algo más de un 40%, tras el fracaso de la OPEP en su intento de recortar la producción y por la reducción de la demanda en un escenario global de ralentización de la actividad económica.

El argumento de la subida de la inflación desaparece y deja al BCE sin su principal motivo para elevar los tipos de interés, aún mas, todo indica que podríamos entrar en una nueva fase de caída de los niveles de precio ante el receso de la actividad comercial provocada por las políticas proteccionistas.

Sin lugar a duda y como ya he señalado en anteriores publicaciones, la guerra comercial es y será el evento principal que afecte a la economía mundial. De una satisfactoria solución de este enfrentamiento dependerá el futuro próximo de la economía global, y todo indica que no la tendremos, al menos en el corto plazo.

Aunque el Banco Central Europeo no contemple dentro de su mandato el estimular la economía, el efecto negativo de una caída en el crecimiento del PIB de la eurozona es sin duda un elemento a tener en cuenta en sus decisiones de política monetaria y este dato macroeconómico , quizás el que mejor indique la salud la economía de un país o una zona económica, ha sufrido un tremendo varapalo en el trascurso del 2018 cayendo desde un raquítico 0.7% hasta un preocupante 0.2% en el último trimestre.

PIB eurozona.

PIB eurozona.

El otro móvil que impulsaba al BCE a subir los tipos de interés era el distanciamiento de su política monetaria de la que llevaba a cabo la Reserva Federal de Estados Unidos, referencia global.

La FED se adelantó siempre al BCE tanto en políticas monetarias convencionales como no convencionales como el QE (Quantitative Easing) y ese retraso del banco europeo ha provocado que mientras los tipos de interés del dólar están ya al 2.5% los del euro se mantenga al 0%.  Una mayor distancia entre ambos niveles hubiese sido contraproducente para el equilibrio los activos financieros de ambas zonas económicas.

Pero la guerra comercial ha expandido sus efectos devastadores en el país que lo inició también.

La Reserva Federal representado por su presidente Powell ya ha transmitido de manera inequívoca a los mercados que frenará las subidas de tipos de interés para este año. Las razones no son tanto las enormes perdidas que se han producido en los mercados de renta variable americana, las mayores en los últimos diez años, ni la presión inusual que el presidente Trump ha ejercido a la Reserva Federal para que no endureciera la política monetaria, sino como el propio Powell admitía los claros síntomas de deterioro de la economía mundial que ya están afectando a su propio país

El último dato de PMI (índice de gerentes de compra) del sector manufacturero – uno de los índices mas fidedignos sobre la evolución de la economía- sorprendía al mercado con una caída hasta el 53.9 desde una media de 55.5 en los últimos meses. Se considera que cuando el PMI baja de 50 la economía decrece y entra en recesión. El deterioro ha llegado al punto de empezar a anticiparse recortes en los tipos de interés del dólar.

PMI USA.

PMI USA.

La situación ha dado un giro de 180º, la preocupación no es la inflación, todo lo contrario, cada vez más se habla de la posibilidad de que el cambio de ciclo sea brusco y nos lleve a un nuevo periodo de recesión.

El Banco Central Europeo no va a poder, como sin duda le hubiese gustado, regularizar su política monetaria de tipos de interés cero y no va a poder hacer mas que mantenerlos como está.

El Euribor de un año, referencia de las hipotecas que había subido ligeramente desde sus niveles negativos de - 0.19% hasta un - 0.12% se va a ver limitado en el camino alcista iniciado y probablemente se mantendrá alrededor de la cotización actual durante todo el año para alegría de los tenedores de hipotecas y pena de las entidades financieras que en los últimos años han ido prestándole menor atención al que fue en su día producto estrella pero que en la actualidad ha perdido su interés dada su baja o nula rentabilidad.

EURIBOR un año.

EURIBOR un año.