El Instituto Geográfico Nacional ha concluido el informe encargado por el Gobierno para determinar si había relación directa entre la construcción de la planta de almacenamiento subterráneo de Gas, denominada Castor, con los movimientos sísmicos que alertaron a la población costera de Castellón cercana al Delta del Ebro. En sus conclusiones, a las que ha tenido acceso el diputado de IU Ricardo Sixto, se determina que existe una "relación directa" entre los más de 400 movimientos sísmicos que tuvieron lugar en el litoral norte de Castellón en septiembre de 2013 y el almacenamiento de gas en el subsuelo del Mediterráneo que comenzaba a realizar en fase de pruebas las planta de Gas Castor, ubicada frente a la localidad de Vinarós.

Una falla no identificada
El estudio del Instituto Geográfico afirma que se ha descubierto una falla en el terno hasta ahora no identificada, al tiempo que señala que no se tuvo en cuenta el informe de "impacto de sismicidad inducida" para determinar la peligrosidad del proyecto Castor. Por ello  llega a la conclusión de que hay "una relación directa con la inyección de gas" en la planta con los movimientos sísmicos que se produjeron, porque la inyección de gas habría "acelerado el proceso sismotectónico".

Proyecto paralizado e indemnización
Fueron las protestas vecinales y de los alcaldes de la zona las que obligaron al Ministerio de Industria a paralizar el proceso de almacenamiento de gas en la segunda planta que existe en España, y que son comunes en toda Europa para garantizar un nivel mínimo de reservas de gas en previsión de turbulencias o conflictos internacionales. En caso de que la planta no pueda ponerse en funcionamiento, el Estado deberá pagar una indemnización millonaria a los propietarios de la planta, un consorcio cuyo socio mayoritario es la española ACS. El Ministerio de Industria ha afirmado que no permitirá que la puesta en funcionamiento de la planta de almacenamiento de gas ponga en peligro la seguridad de los vecinos.