Transcurridos casi dos meses desde que empezaron a conocerse los detalle de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) más sociales de la historia que han desarrollado el Gobierno de Coalición, este jueves llega la prueba definitiva. El Congreso de los Diputados deberá dar el visto bueno a las cuentas previstas para 2023, algo que previsiblemente sucederá, confirmados los apoyos de EH Bildu, PNV y Más País, además de otros grupos políticos como PDeCat, Compromís, Coalición Canarias o Teruel Existe. A falta de conocer que hará ERC, cuyo apoyo parece innecesario numéricamente, uno de los puntos relevantes contemplados es la partida presupuestaria destinada a la Casa Real.

El montante del que dispondrán Felipe VI es uno de los pocos que se mantendrá congelado, si puede denominarse de tal manera la cantidad de 8,43 millones de euros, la misma cantidad recibida para el año 2022. De esta manera, Zarzuela encadena tres años consecutivos percibiendo la misma cantidad, coincidiendo con los tres años de Gobierno y los tres PGE elaborados por el PSOE y Unidas Podemos. Esta situación se contrapone al aumento experimentado en todos los ministerios, las Cortes Generales y el Poder Judicial, que han visto engrosadas sus cuentas para el próximo curso.

Presupuesto congelado y sin partida para el Rey emérito

Según el proyecto de Presupuestos que será sometido a votación este jueves, la partida destinada a la Jefatura del Estado el próximo año ascenderá a los 8.431.150 euros, el mismo montante que se reservó para 2021 y 2022. La partida presupuestaria destinada a la Casa Real ya estuvo congelada los años 2015 y 2016, pero en los dos siguientes ejercicios (2017 y 2018) experimentó un leve incremento. En 2019 y 2020, a falta de Presupuestos Generales del Estado, se tuvieron que prorrogar las cuentas de 2018, cuando esta partida fue de 7.887.150,00 euros.

Eso sí, el presupuesto de 2021 ya reflejó un presupuesto de 8.431.150 euros para la Casa Real, un dato que, según aclaró Zarzuela en su momento, se debía a sumar los 7.887.150 euros del presupuesto previo a las prórrogas más los 544.000 euros que tuvo que adelantar la Casa del Rey en esos dos años sin cuentas para asumir el aumento de sueldo de los empleados públicos en 2019 y 2020, conforme a reales decretos ley de los últimos tres años.

No obstante, por lo que el año 2021 quedó grabado en la historia de los PGE fue por convertirse en el primero en el que no se contempló ninguna partida económica destinada al Rey emérito, Juan Carlos I, después de que el actual monarca decidiese retirarle la asignación en marzo de 2020. Además, el jefe del Estado decidió congelar las asignaciones que reciben los miembros de la Familia Real, que son muy elevadas.