La obtención del permiso de residencia es un proceso tedioso para la amplia mayoría de la población inmigrante; sin embargo, si eres rico y estás dispuesto a desembolsar una gran cantidad de dinero, esto no supone un problema. El visado oro, conocido comúnmente como golden visa, es un mecanismo contemplado en múltiples Estados a través del cual las personas con grandes fortunas pueden obtener el permiso de residencia a cambio de realizar una gran inversión en el mercado inmobiliario. En España, el umbral establecido para que un inversor pueda obtener el visado se sitúa en los 500.000 euros, cantidad que ahora el Gobierno se plantea elevar.

Así lo confirman fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos a ElPlural.com, aunque reconocen que por el momento esto es tan solo una idea. Existe una predisposición clara de abordar esta materia, aunque por el momento no existen líneas a seguir ni acuerdos entre formaciones políticas. Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, cartera encargada de otorgar los permisos de residencia, señalan en la misma línea y apuntan a este periódico que, si bien se está mirando que puede hacerse al respecto, todavía se encuentran en el punto de partida.

Las instituciones europeas, tanto el Parlamento como la Comisión, han solicitado ya en múltiples ocasiones a los países miembros que acaben con esta herramienta. Gran parte de los Veintisiete han escuchado a Bruselas y han puesto fin a esta medida que, más allá de su carácter desigual y elitista, facilita y fomenta la especulación inmobiliaria, encareciendo aún más la vivienda. Así lo calificó Antonio Costa, primer ministro de Portugal, después de cargarse de un plumazo la golden visa. Este programa llegó a España en 2013, de la mano del Partido Popular, para intentar frenar la fuga de capitales en plena crisis. Ahora el Ejecutivo se plantea tomar cartas en el asunto.

El país vecino ha sido el último en abordar la situación y, lejos de quedarse en un endurecimiento de los criterios de concesión, ha ido hasta el final y ha eliminado una medida perjudicial para la población local y solo beneficiosa para los extranjeros ricos. Irlanda o Chipre, dentro de las fronteras de la UE, Canadá o Reino Unido, fuera de estas, son otros países que han decidido eliminar este visado. España, Grecia, Bulgaria o Malta son los únicos que lo mantienen con la única condición de la inversión inmobiliaria (en Italia, por ejemplo, se exigen también una inversión empresarial).

A pesar de que en España se puede conseguir el visado oro por invertir medio millón de euros en bienes inmuebles, existen otras modalidades para obtener ventajas a cambio de realizar desembolsos millonarios. Los extranjeros también podrán recibir la residencia si se convierten en inversores de capital y desembolsan dos millones de euros o más en títulos de deuda pública o, por la mitad, si invierten en acciones o participaciones sociales de sociedades de capital españolas. Lo abultado de estas inversiones introduce otro inconveniente que se suma a la desigualdad y su afectación negativa en el mercado inmobiliario: el blanqueo de capitales.

La urgencia de la vivienda

La aprobación de la ley de Vivienda no ha conseguido, ni mucho menos, cerrar el debate en torno al mercado inmobiliario. La tensión de los alquileres, el encarecimiento de las hipotecas, la acuciante presión de la gentrificación propiciada por el avance de los pisos turísticos y la nula progresión de los salarios, que impide afrontar el aumento de los costes de un bien de primera necesidad, están marcando la actualidad política. La campaña electoral y la proximidad de las elecciones quizá también están teniendo algo que ver. Independientemente del motivo, lo cierto es que esta suma de factores está propiciando que propuestas y anuncios en torno a la vivienda se sucedan casi diariamente.

Este fin de semana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado una línea de avales ICO de hasta el 20% para jóvenes y la construcción de más viviendas públicas destinadas a alquiler social. La propuesta de abordar las golden visa llegó de la mano de Más País, formación que actualmente está negociando con las carteras implicadas, el pasado mes de febrero. Iñigo Errejón, líder del partido madrileño, aseguraba en aquel momento que este procedimiento “fomenta la especulación” a la par que “expulsa a la población local”. “Hay que acabar con este favoritismo”, señalaba.

Desde Más País se señalaba en aquel momento que con la ley de apoyo a los emprendedores, aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, se ha facilitado la residencia en España a 100.000 extranjeros ricos desde 2013. Esta situación "está disparando los precios y expulsando a los residentes de sus barrios", aseguraban desde la formación. Ahora el Gobierno parece que quiere abordar la problemática y la formación madrileña tiene un hueco en las negociaciones que, por el momento, no han hecho más que comenzar.