Según informa hoy ElDiario.es, el juzgado número 10 de Madrid ha admitido a trámite una demanda contra la adopción por parte de Isidoro Álvarez, el fallecido presidente del Corte Inglés y sobrino de su fundador, Ramón Areces, de las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil. Si se anulase dicha adopción ello podría suponer un dramático cambio en el accionariado de los grandes almacenes, dado que las hermanas Álvarez Guil, en tanto que herederas de Álvarez, son patronas de la Fundación Ramón Areces, que ostenta la participación mayoritaria del Corte Inglés, con el 37,39% de las acciones. 

Esta posición de accionistas mayoritarias fue clave en la destitución de Dimas Gimeno -sobrino de Isidoro Álvarez- como presidente de El Corte Inglés, puesto para que el fue nombrado por su tío. Gimeno terminó admitiendo su derrota a cambio de una indemnización pactada. Sin embargo, la salida de Gimeno no supuso el fin de la guerra entre familias. Las hermanas Álvarez Guil junto al presidente de la Fundación Ramón Areces, Florencio Lasaga, se encargaron de que Gimeno y su familia no pudieran cobrar dividendos y, de paso, reducir el capital de la empresa de tal manera que éstos, además, contrajeran fuertes deudas con Hacienda sin que la empresa les proveyera de capital o sueldo para poderles hacer frente. Sin embargo, está por ver que el cuestionamiento de la adopción de las hermanas Álvarez Guil tenga alguna clase de influencia en interpretar la úlitma voluntad de Álvarez, expresada en su testamento y, por tanto, su condición de herederas de las acciones. 

No es la única batalla judicial relacionada con la herencia de Álvarez y con el control de El Corte Ingles, puesto que también están en los juzgados supuestos cambios irregulares en el testamento del fallecido presidente y una querella criminal  de Gimeno contra el exdirector de los Servicios de Seguridad de la compañía Juan Carlos Fernández Cernuda por un presunto delito societario y otro de corrupción entre particulares.

Dichos delitos, según publicó El Confidencial se habrían cometido "bajo conocimiento de algún o algunos miembros del consejo de administración del grupo". En la querella, Gimeno acusa a Fernández Cernuda de facturar "grandes cantidades" a El Corte Inglés por servicios relacionados con la seguridad a través de "sociedades interpuestas participadas por amigos y familiares", entre ellos su madre.