La guerra interna de El Corte Inglés parece no tener fin, o por lo menos no a corto plazo. Según informa eldiario.es, la demanda de nulidad de la adopción por contravención de norma imperativa y de ley que interpuso María Antonia Álvarez, madre del expresidente de la compañía, Dimas Gimeno, contra las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil y su madre, María José Guil, ha vuelto ante los magistrados del juzgado número 10, el mismo que aprobó el expediente de adopción. Esto ha hecho levantar sospechas de que se podrían estar cometiendo ilegalidades durante el proceso

Para entender toda esta batalla, hay que retroceder hasta 2014. En ese año fallece Isidoro Álvarez, el entonces presidente de los grandes almacenes. Éste elige a Dimas Gimeno como su sucesor, pero le deja indefenso ante el consejo de administración y la Fundación Ramón Areces, que posee el 37,39% de la compañíque y que delega en las verdaderas herederas, las hijas no biológicas de Isidoro, Marta y Cristina.

Las hermanas, disgustadas con algunas acciones de su primo Gimeno, consiguen, gracias al apoyo del presidente de la Fundación Ramón Areces, Florencio Lasaga  despojar al presidente de sus poderes ejecutivos primero y de su cargo después. 

Y los problemas continúan. Si la demanda de María Antonia Álvarez sale adelante, significará un duro mazazo para las hermanas, ya que supondría que el proceso de adopción llevado a cabo podría haber sido ilegal. Fuentes de la familia aseguran que éstas fueron adoptadas por Isidoro Álvarez con más de 40 años y sin haber convivido con él, lo que, según la ley sería ilegal, puesto que debería de haber existido convivencia antes de los 14 años.