Antonio Garamendi, presidente de CEOE, ha dejado clara su negativa a indexar los salarios a la inflación, es decir, a que estos experimenten una subida proporcional al aumento del coste de la vida. En el evento Wake Up, Spain! celebrado en Madrid, el empresario ha denunciado que las empresas “están asfixiadas” por la subida del IPC que, si no se refleja en un aumento de los precios a los consumidores, genera elevados sobrecostes.

Los representantes sindicales, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han dicho entender que, en este momento, con un IPC cercano al 10%, no se pueden subir los salarios. Sin embargo, le han dejado claro al presidente de la CEOE que no aceptarán devaluar los sueldos, ya que, la única manera que tienen los trabajadores de soportar el aumento del IPC es mejorando sus salarios. El secretario de UGT ha reconocido que “el pacto de rentas en estos momentos no se está discutiendo” y que los datos de la inflación están complicando las negociaciones.

Garamendi ha hecho referencia también a los problemas de suministros y a las consecuencias de la guerra de Ucrania, otros factores que, sumados al elevado IPC, están haciendo sufrir mucho al tejido empresarial. Para combatir esta situación, el representante empresarial ha señalado que, como ciudadano, le gustaría tener un Gobierno estable y un partido de la oposición "estable y fuerte", que tenga sentido de Estado, que haga oposición "cuando lo tiene que hacer" y llegar a acuerdos "cuando lo tiene que hacer", como han hecho los agentes sociales en los últimos años.

En la mesa redonda que se ha desarrollado en la Casa de América, los representantes de los agentes sociales han debatido sobre economía y temática laboral con pocos puntos de encuentro entre ellos. En lo que sí han coincidido los tres es en la importancia de la formación a lo largo de toda la vida laboral, aunque con matices. Garamendi ha denunciado que hay "miles de empleos" que se quedan sin cubrir en España por el desajuste entre la formación recibida y las necesidades de las empresas, algo que no ha gustado a los representantes sindicales, que han señalado que el problema es que el modelo productivo actual genera empleos de un valor añadido inferior a la formación que tienen los trabajadores.

En temática laboral, la nueva reforma también ha tenido su momento. En declaraciones posteriores, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha destacado que “en cuanto a creación de empleo está funcionando, sin ninguna duda va a toda popa”. Creación que espera “no se trunque” en Semana Santa. El secretario general de UGT se ha dirigido también a la Unión Europea solicitando que “tome medidas en materia de energía” para soportar esta crisis y volver cuanto antes a niveles previos a la guerra.

El líder sindical se ha mostrado preocupado por el desajuste de la economía española y su afectación a las ciudadanos y ha concluido que "los trabajadores de este país solo tenemos una manera de poder cargar nuestro aumento del coste de la vida. Las empresas lo cargan en sus productos, nosotros lo cargamos a la hora de negociar los convenios colectivos en los salarios".