El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la aprobación de un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) sobre microchips y semiconductores. El proyecto anunciado estará dotado con 11.000 millones de euros de inversión pública y su implantación será inminente. "Los semiconductores son un elemento básico de todos los sectores energéticos y adquieren una importancia geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital", ha destacado el presidente durante su intervención en la segunda edición del Wake Up, Spain! Aprendizaje, crecimiento y sostenibilidad en la Europa solidaria, foro económico y empresarial celebrado en Madrid. 

Sánchez ha aprovechado el foro económico y empresarial para enumerar los acontecimientos que se han desarrollado a lo largo de los dos últimos años y que han propiciado un estancamiento económico mundial y “un cambio tectónico del orden internacional, con graves réplicas que vamos a sufrir, estoy seguro, en los próximos años”. Para combatir esta situación, según ha señalado el presidente, es indispensable la independencia energética.

 

Rusia y Ucrania no son solamente exportadores de gas y carburantes, también son grandes proveedores europeos de cereales, níquel o neón. El presidente español ha puesto el foco en la descarbonización y en la transición ecológica y ha señalado que España es “una isla energética por su amplia generación de renovables”. Sánchez ha destacado que el mercado energético europeo “no está funcionando” y su modelo productivo es el principal responsable de la dependencia del gas ruso.

En ese sentido, ha querido recordar que España fue la primera y, junto con Francia, la única en recibir ayudas europeas justificadas en una transición ecológica en su tejido productivo. En el marco del plan estratégico de recuperación, para continuar con esa línea de desarrollo productivo y de combate a la crisis, el presidente ha anunciado un nuevo proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica.

El presidente ha querido señalar esta figura administrativa como “una herramienta fundamental para reindustrializar y modernizar tecnológicamente nuestro país”. Este nuevo proyecto relativo a microchips y semiconductores se suma a los nueve ya aprobados por el Gobierno y a la previsión de movilización de 56.000 millones de euros, 19.000 procedentes de los fondos europeos.

Para conseguir que los fondos europeos se transmitan correctamente a la economía española ha sido necesario activar todos los procedimientos administrativos necesarios. El presidente ha destacado que se han autorizado 27.928 millones de euros para los ejercicios presupuestarios de 2021 y 2022, se ha facilitado la publicación de las convocatorias para que las empresas y los ciudadanos puedan acceder a ellas y se está adjudicando las ayudas y subvenciones a aquellas empresas que las solicitan. El total de las ayudas resueltas por la administración asciende ya a 524, por un importe de 8.552 millones de euros. El presidente del Gobierno ha querido acordarse también del funcionarado español por "el gran esfuerzo" que está realizando en estos tiempos convulsos. 

Plan Nacional y reforma laboral

Sánchez ha querido destacar ocho objetivos que contemplan el Plan Nacional de respuesta a la guerra. Los señalados han sido bajar precio del gas y los carburantes, apoyar a los sectores y empresas más afectadas por la guerra, reforzar la estabilidad de los precios para evitar una espiral inflacionista, garantizar el suministro, ofrecer estabilidad financiera, acelerar el despliegue de medidas, impulsar la eficacia energética y reforzar la ciberseguridad. En este último punto se ha detenido el presidente y ha señalado que la seguridad en los afectos cibernéticos es ahora determinante.

Antes de finalizar, el presidente también ha hecho referencia a la reforma laboral. “Está permitiendo mejorar sustancialmente y de manera histórica las condiciones de contratación y reducción de la precariedad de los trabajadores” ha declarado. Ha puesto el foco en la precariedad, a la que ha señalado como “un elemento lesivo que debilita la evolución de la productividad en nuestro país” y como principal ámbito de actuación de la reforma.