Antonio Garamendi, líder de la patronal, ha descartado por completo la posibilidad de que pueda alcanzarse un pacto de rentas. El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha atendido a los medios de comunicación desde Angola, donde acompaña a los reyes de España en un viaje con intereses empresariales, y ha culpado al Gobierno de no poder alcanzar un acuerdo para el pacto de rentas, a la par que ha vuelto a reivindicar su deseo de que el Partido Popular (PP) hubiese estado presente en las negociaciones.

“Si al final un montón de cosas que tendrían que haberse puesto encima de la mesa se han ido tomando por decisiones unilaterales, vas dejando atrás la posibilidad de ese pacto de rentas”, ha sentenciado el empresario vasco, dando carpetazo a un asunto que no avanza desde hace un año, momento en el que comenzó a debatirse. La última reunión, a la que acudieron la vicepresidenta Calviño y representantes de los agentes sociales, data de finales de septiembre. Desde entonces no ha habida un encuentro más y, de igual manera que defendía a finales de octubre, Garamendi ha lamentado este miércoles que no se invitase a la oposición.

“Yo creo que hay otro elemento, que en ese pacto de rentas también habría que haber contado con algo más que los agentes sociales, porque un pacto de rentas no es algo que dura ocho, nueve o diez meses, sino que sería lógico que fuera algo que durara cuatro o cinco años. Por lo menos el partido de la oposición o los partidos llamados a gobernar lo lógico es que hubiesen estado sentados”, ha trasladado el líder de los empresarios, descartando la posibilidad de alcanzar un acuerdo que mejore el poder adquisitivo de los trabajadores, víctima de la crisis de precios.

En contra de la subida del SMI

En otro orden de cosas, el presidente de la CEOE ha reafirmado su posición negativa en lo relativo a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de la que considera que tendrá unos efectos más negativos que positivos en el seno de las empresas y en la creación de empleo. Esta posición no la defendió la organización que lidera en la reunión entre agentes sociales y Gobierno para abordar este tema, ya que, decidieron no asistir, asumiendo una actitud que los sindicatos y Trabajo calificaron como una rehuida de su mandato constitucional.

"No puedo mandar a ningún técnico a negociar porque no tenemos una propuesta. Qué mínimo que tener una propuesta ayer por la noche", justificó Garamendi tras dejar plantados a los otros dos contendientes. “El SMI es una cosa del Gobierno. No es una negociación de la mesa de diálogo social, es un proceso de previa consulta a los agentes sociales", añadió, acusando al Gobierno de preocuparse “solo de la foto”. La propuesta de 1.040 euros realizada por la CEOE se quedó lejos de la subida finalmente aprobada (1.080 euros), que se apoyaba en la recomendación de los expertos. “Los expertos a mí no me tienen nada que decir. Yo represento a las empresas que son las que pagan los salarios”, concluyó en este sentido.