Joaquín Almunia intervino en el Foro de las Autonomías que se celebra en el Senado, y  subrayó que la solicitud de financiación para tapar el agujero de los bancos españoles va a provocar que se supervise “con más atención” si España cumple todos sus  compromisos adquiridos y las reglas “supranacionales” que se han establecido. Así pues, “se diga o no se diga” Almunia asegura que los mecanismos de vigilancia se van a aplicar “con más atención que sobre otro país que no haya pedido a sus socios”.

El Gobierno insiste en camuflar la realidad
El Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza y todo el PP detrás, insiste en una estrategia de comunicación que ya ha provocado la hilaridad en las redes sociales  así como el asombro y la crítica en los medios internacionales.

En primer lugar se niegan a llamarles rescate y hablan de ayuda financiera o línea de crédito. Esto llevó a que, por ejemplo, el diario británico The Guardian se hiciera famoso con el titular “Tú dice tomate yo digo rescate".

En segundo lugar el Presidente del Gobierno provocó el asombro mundial, además de contradecir al su ministro de Economía, al asegurar que la “ayuda financiera” solicitada solo la pagarían los bancos y con computaría en el déficit, es decir, que no tendríamos que pagarlo todos los españoles. Bruselas le desmintió hasta por escrito.

Y en tercer lugar Rajoy y su Gobierno se han empeñado en decir que no nos pondrán condiciones a cambio, a excepción de los intereses que todo el mundo tiene que pagar cuando pide un crédito. El Gobierno alemán, Bruselas, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional se encargaron de desmentirlo oficialmente. Habrá condiciones políticas y económicas porque los socios quieren garantías de que se les va a devolver, con intereses, lo prestado. Un comisario europeo, sea español o no, no puede faltar a la verdad. Se lo pida el Gobierno de su país o no.