El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido el texto final de la reforma de pensiones que en los momentos previos a la celebración del Consejo de Ministros extraordinario de este jueves, donde se constatará oficialmente su aprobación. Después de firmar el acuerdo definitivo con los sindicatos y pasar por la comisión del Pacto de Toledo el pasado miércoles, el titular de la cartera de Seguridad Social se muestra positivo de cara a encontrar apoyos legislativos para la posterior aprobación del proyecto de ley. Además, el ministro ha adelantado también que el primer trimestre del año 2023 será el mejor de la serie histórica en cuanto afiliacióna la seguridad social, acumulando buenas noticias en cosa de una semana. 

“Ayer estuve en el Pacto de Toledo debatiendo casi cuatro horas, escuché e intercambié opiniones, y la impresión que saqué es que había una satisfacción generalizada”, ha asegurado Escrivá en una entrevista concedida a RNE,  “quitando los partidos que están oponiéndose a todo, yo tengo una buena sensación”, ha matizado, lamentando la posición de cerrazón asumida por las derechas. No obstante, el ministro no teme a que el Partido Popular cumpla sus amenazadas y, en caso de llegar al poder en algún momento, elimine una reforma consensuada en el seno del Gobierno, aprobada por la Comisión Europea y acordada con los sindicatos.

“Cuando una reforma está bien hecha, los visos de permanencia son mucho mayores. La reforma del 2011, que no la votó el PP, tampoco la modificó posteriormente. Depende mucho de la calidad de la reforma”, ha recordado Escrivá, que, además, ha reiterado que “la tramitación como proyecto de ley es para escuchar y buscar el consenso absoluto”. Se muestra confiado el ministro, que asegura que esta reforma “es la buena”. “La reforma del 2013 es la mala, que el propio gobierno del PP que la aprobó dejó de aplicarla”, ha señalado, apuntado que esta modificación de los populares “generaba unos efectos tan lesivos, como el factor de sostenibilidad o la revalorización de las pensiones al 0,25%, que hacía perder un poder adquisitivo a las pensiones del 30%”.

"El primer trimestre  de 2023 será el mejor en afiliación y empleo de toda la serie histórica

Esta es la mayor diferenciación señalada por el ministro, que reitera que esta reforma “asegura un mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones”.  Además, también traslada garantías de cara al cobro de las pensiones de los más jóvenes. “Hacia finales de la década de los 40 es cuando el sistema puede tener un momento de mayor tensión. Después de los 50 el sistema vuelve a estar en situaciones muy similares al actual, en lo referido a gasto en pensiones”, ha matizado.  

En este sentido, ha querido emitir un mensaje de tranquilidad, llevando la contraria a la “inquietud a largo plazo sobre los jóvenes” que en ocasiones se genera. “El problema de sostenibilidad del sistema está en la década de los 30 y de los 40 a partir de ahí las proyecciones apuntan a una mejora. Por eso, el año de 2050 y las medidas que hemos diseñado, a diferencia de cómo estaban diseñadas en el pasado, se centran en esas dos décadas.

Por último, el líder de la Seguridad Social se ha mostrado tranquilo en relación con la negativa de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de la que espera no actúa para ir contrariamente a la reforma. “Los números hablan por sí mismo, que más allá de posicionamientos a corto plazo, cuando pase el tiempo, que se verá que no hay ningún problema de competitividad ni de sostenibilidad, con un sistema robusto y sostenible, esta reforma tiene visos de mantenerse en el tiempo”, ha señalado.

Además, sobre los aspectos que más afectan a las empresas, ha garantizado que “se va a mantener el nivel de competitividad de las empresas españolas, medida en términos de costes laborales”, ya que, como ha explicado, “el coste laboral en España es de 23,4 euros por hora y en 2050 llegaremos a 23,8, 37 céntimos más”. “En Europa, la media es de 33 euros”, ha culminado.

La afiliación da una alegría más a Escrivá

El ministro se ha encontrado esta jueves también con un buen dato de afiliación extranjera y, además ha adelantado que primer trimestre de 2023 será "el mejor trimestre en afiliación y empleo de toda la serie histórica" que supondrá alcanzar un millón de puestos de trabajo más que antes de la pandemia. El primer dato de jueves le da la razón y la Seguridad Social ha registrado 2.549.823 afiliados extranjeros en febrero, una vez descontada la estacionalidad y el efecto calendario. Esto supone un aumento de 17.478 trabajadores en comparación con el primer mes del año. Echando la vista atrás, concretamente hasta febrero de 2020, antes del impacto de la pandemia, el sistema registra un aumento de más de 360.000 trabajadores de otros países, de los cuales, más de 214.000 se incorporaron en los últimos doce meses.

Esta cifra supone en febrero el 12,5% del total de afiliados a la Seguridad Social en términos desestacionalizados. En la serie original, donde el dato se sitúa en los 2.466.243 extranjeros, 832.648 son procedentes de países de la Unión Europea (un 33,8%) y 1.633.595 de terceros países (el 66,2% restante), lo que en total supone 30.684 afiliados más que el mes anterior. Los grupos de trabajadores extranjeros más numerosos proceden de Rumanía (332.627), Marruecos (308.581), Italia (159.244), Colombia (131.577) y Venezuela (125.747). Poniendo el foco en los trabajadores ucranianos, la Seguridad Social cuenta con 60.681 afiliados, 13.422 más que antes del inicio de la guerra.