El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha hecho un llamamiento a los accionistas sobre su papel a la hora de decidir hasta donde llega la consolidación bancaria europea. "Los accionistas son quienes deben decidir sobre los procesos de consolidación en marcha en Europa", ha asegurado el directivo del banco, protagonista absoluto de la opa del año junto al Banco Sabadell. Precisamente serán los accionistas de Banco Sabadell quienes tendrán que decidir si aceptan el canje de oferta de acciones ofrecido por BBVA para comprar sus títulos una vez llegado el momento. Y es que todavía BBVA necesita del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para avanzar con la opa hostil lanzada sobre Sabadell

El líder de BBVA ha participado este viernes en el foro anual de la Asociación Española de Banca (AEB), donde ha puesto sobre la mesa la necesidad de avanzar en la integración financiera europea para crear entidades con mayor escala. “La vuelta de las fusiones y adquisiciones en Europa es positiva”, ha afirmado el protagonista de la operación financiera del año en España. No obstante, el directivo ha dejado claro el papel que juegan los accionistas de estas entidades de cara a esta integración financiera comunitaria. 

"Es importante que los accionistas sean quienes decidan sobre los procesos de consolidación en marcha en Europa. Esto está en consonancia con un mercado de capitales que funcione adecuadamente”, ha asegurado Torres. De hecho, ha hecho referencia a las "operaciones en curso" a nivel europeo, entre ellas la suya, la del BBVA sobre Banco Sabadell. "La Unión Bancaria va a permitir que haya más consolidación entre fronteras. Es una buena noticia que la consolidación bancaria vuelva a esta presente, que haya vuelto y tengamos unas cuentas operaciones en curso", ha celebrado el directivo.

Torres ha reclamado también un entorno normativo europeo que fomente la competitividad en el sector, además de la estabilidad financiera. “La regulación debe ser un facilitador del crecimiento”, ha reclamado en una mesa redonda celebrada junto al consejero delegado de Banco Santander, Héctor Grisi, y moderada por la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán.

Torres: "Europa se está quedando atrás"

Asimismo, se ha pronunciado sobre el rol clave que tiene la financiación bancaria en el momento "decisivo" en el que se encuentra Europa, con un escenario global marcado por la incertidumbre geopolítica. “El papel de la banca es financiar el futuro de Europa y es fundamental para afrontar los retos que tenemos por delante”, ha asegurado el presidente del BBVA. “Europa se está quedando atrás por la fragmentación y la rigidez regulatoria y la falta de crecimiento de la productividad, que tiene mucho que ver con la insuficiencia de la financiación”, ha lamentado Torres, que llama a Europa a invertir en transición energética y transformación tecnológica, en infraestructuras y en autonomía estratégica y defensa.

Así, ha aprovechado la situación europea para reclamar una mayor escala de las empresas que operan en este territorio, entre ellas su propio banco. "Europa necesita bancos más grandes y competitivos para sostener el crecimiento económico y la innovación", ha pedido el presidente de BBVA, todavía a la espera de obtener las autorizaciones regulatorias correspondientes para lanzar su opa sobre el Banco Sabadell, en este momento en la fase 2 de análisis por parte de la autoridad nacional de Competencia

El presidente de BBVA ha hecho este llamamiento a los accionistas del sector financiero, entre los que se incluyen los de Banco Sabadell, en un acto en el que también han estado presentes Maria Luís Albuquerque, comisaria europea de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales; José Luis Escrivá, gobernador del Banco de España; y Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa. Este último podría tener un papel clave en la opa BBVA-Sabadell si, tal y como descuenta el banco catalán, la CNMC dedice pasar su análisis a fase 3, en la que tendría que entrar de lleno el ministro de Economía, con la posibilidad de llevarla o no al Consejo de Ministros, en nombre del Ejecutivo central.  

BBVA llama a aumentar la escala 

El presidente de BBVA ha hecho referencia a la profunda transformación del sector financiero en los últimos años, que se refleja en métricas como la captación digital de clientes o las ventas en canales digitales. La consecuencia inmediata de esta digitalización es, según el directivo, que las inversiones necesarias para avanzar en tecnología son cada vez mayores dentro de los costes. Un argumento que ha repetido de forma reiterada en su defensa sobre la opa del Sabadell. 

Es más, prevé que esta tendencia vaya en aumento en el futuro más próximo por la irrupción de nuevas tecnologías como la IA y los requisitos de la nueva legislación DORA en Europa sobre la protección ante fraudes y ciberataques. “Esto apremia la necesidad de escala”, ha reclamado el directivo. Torres ha lamentado también que, a día de hoy, ningún banco de la eurozona figura entre los 20 más grandes del mundo por capitalización bursátil, mientras que la competencia de los gigantes tecnológicos no europeos solo hace que aumentar la presión sobre el sector bancario europeo. 

Con este panorama, para Torres la consolidación bancaria debe ser una prioridad estratégica para la Unión Europea. “La vuelta de las fusiones y adquisiciones (M&A) en Europa es positiva. Antes de abordar fusiones transfronterizas, es esencial consolidar bancos nacionales fuertes”, ha asegurado públicamente el presidente, con una clara referencia a la opa lanzada por su banco.

Mientras tanto, BBVA ha vuelto a deslizar en los últimos días la posibilidad de no formalizar una fusión tras opar al Sabadell, en caso de obtener el visto bueno de sus accionistas para hacerlo. En el folleto remitido a la SEC estadounidense hace apenas unos días, el banco ya plantea hacerse con el control del consejo de administración del banco opado sin formalizar la unión de ambas entidades o, al menos, hasta que consiga cerrar la fusión. En un principio, esto supondría que BBVA podría seguir operando a través de dos marcas financieras -todo en un supuesto-, es decir, a través de su propio BBVA y a través de la marca, y entidad, Banco Sabadell, de quien tendría el control del consejo.