Las alertas sobre la crisis de abastecimiento de las últimas semanas dejan patente que se trata de un problema general. Lo que comenzó hace meses con el sector de la automoción, por la falta de microchips y semiconductores, ha continuado con problemas para el sector juguetero, especialmente de cara a Navidad, e incluso para las bebidas alcohólicas, agravado por el Brexit en algunos casos.

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La falta de bebidas alcohólicas empieza a hacerse patente, por el momento en locales de ocio y discotecas, y podría empeorar con la llegada de las fiestas navideñas. Ante esto, la mejor solución para los expertos es apostar por el consumo local. Es decir, consumir vino español o bebidas alcohólicas como la ginebra sevillana Puerto de Indias o el ron Arehucas de Canarias. Es aquí donde aparece reforzada la startup creada por estudiantes de la Universidad del País Vasco hace apenas unos años: Ositos con Alcohol.

El fundador de la startup, Ander Méndez, reconoce a ElPlural.com en una entrevista telefónica que los grandes distribuidores del País Vasco han comenzado a interesarse por el producto, fabricado en España durante todo el proceso. Los ositos se fabrican en un centro de producción en la provincia de Ávila, pero no solo eso, sino que el proveedor de alcohol, una especie de semidestilado, llega desde Murcia.

Detalle de la fábrica en la que se producen los Ositos con Alcohol

Además, cuentan con una ventaja primordial sobre el resto de productos alcohólicos: no necesitan envasado. Los ositos de gominola con alcohol no necesitan vidrio, cartón o corcho para los tapones, materias primas que desde el sector reconocen empezar a echar de menos. “Somos el único producto que no usa vidrio en su fabricación”, asegura uno de los responsables de la iniciativa. Es por esto que reconocen no haber sufrido la crisis de suministros.

El aumento de los costes de los fletes desde China, unido a la demanda disparada por la recuperación tras la pandemia, está provocando problemas con el envío de materias primas -en el caso del vidrio o el cartón- pero también de productos semielaborados o ya elaborados. En el caso de las bebidas alcohólicas, la situación se complica para la ginebra -uno de los productos típicos de Reino Unido- por el impacto del Brexit.

Recuperación tras la pandemia

La startup, que se hizo famosa por la guerra con Haribo, ha sabido mantenerse durante la pandemia, aunque aseguran: “La situación frente a hace dos meses es distinta, las cosas ahora están funcionando mucho mejor”. De hecho, han pasado de vender únicamente a través de la web a hacerlo hasta en diez puntos de venta físico, ya disponibles en Andalucía, Madrid y su lugar de origen, Vizcaya.

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Las previsiones de los responsables para los próximos meses son positivas, en línea con la recuperación tras la pandemia, y prevén llegar a los 100 puntos de venta física a finales de año. “El consumo ha aumentado cuando se ha vuelto a la normalidad”, reconoce Méndez a este medio. “Quizás gracias a la crisis se ha reforzado la apuesta por lo local”, añade.

Los responsables mantienen su idea inicial y recalcan que se trata de un consumo destinado al ambiente social. Esto explica los mayores niveles de ventas con la progresiva apertura de locales de ocio, que ahora suponen alrededor del 90% de la facturación de la startup. De hecho, han reforzado la venta del producto en bares y coctelerías, un factor positivo “por estar físicamente presentes”.

Y no solo eso, sino que el feedback es mayor, "el empresario o propietario del local comunica mejor las impresiones de los clientes que el consumidor individual que hace un pedido desde la web", asegura el fundador. Uno de los usos más populares de los ositos es el de incluirlos como complemento en los propios combinados de alcohol o bien ofrecerlos como picoteo.