El consejo de administración de Naturgy aprobó en febrero la división de su negocio en dos partes. Por un lado, una filial con activos regulados de gas y electricidad, es decir, infraestructuras de red y, por otro lado, otra filial que incluya los negocios liberalizados: generación, comercialización y servicios energéticos. La compañía continúa con su intención de mantener la división ocho meses después, tal y como ha podido conocer ElPlural.com, a pesar de la supuesta opinión en contra del Gobierno que revela este lunes El Confidencial.

La información publicada este lunes por el medio asegura que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico observa ahora “complejidades inoportunas” en la división de la compañía. Una situación que habría comunicado al equipo gestor en el mes de agosto. ElPlural.com ha consultado esta información con el equipo de Teresa Ribera, que no confirma ni desmiente cambios en la propuesta de Naturgy.

Sin embargo, fuentes de Naturgy confirman a ElPlural.com mantener la "idoneidad" del proyecto y la variación del calendario de ejecución por contexto aprobada por el consejo de administración, aunque no ratifican haber recibido la propuesta del Gobierno en pleno verano. Un plan que aprobó el consejo de administración en febrero bautizado como Proyecto Géminis y con el que pretende dividir el negocio de la compañía en dos filiales.

En palabras del propio presidente de la compañía, Francisco Reynés, el objetivo pasa por dividir Naturgy en dos grandes grupos cotizados, “dos hermanos gemelos”. De ahí el nombre del proyecto. “Estoy convencido de que Géminis es una gran oportunidad. Son dos proyectos industriales sólidos y de largo plazo, que permiten aumentar el compromiso y la visibilidad con todos los stakeholders”, aseguraba a sus trabajadores tras el anuncio en febrero de 2022. 

¿Por qué el Gobierno considera ahora “inoportuna” la división?

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico considera ahora que la división del negocio de Naturgy sería “inoportuna”, según El Confidencial, precisamente por el papel estratégico que juega la compañía en la gestión energética a nivel nacional. Naturgy es, en base a las cifras oficiales, el primer proveedor de gas a la Península Ibérica a través del gasoducto Medgaz con Argelia.

El carácter estratégico de Naturgy parece poner en alerta al Gobierno ante posibles cambios por su negocio, especialmente por el encarecimiento de los precios de la energía actual, como consecuencia de la guerra de Ucrania y el miedo al desabastecimiento energético europeo. Además de la situación coyuntural, la cartera liderada por Teresa Ribera considera negativo que la división de la compañía suponga un aumento del endeudamiento en la filial bautizada como NetworkCo, destinada a los activos reguladores.

Naturgy acaba de cerrar el acuerdo para continuar con el suministro de gas con Argelia, a través del acuerdo con Sonatrach, pero queda pendiente cerrar el precio para 2023. El presidente de la energética, Francisco Reynés, llamaba hace unos días a primar la “prudencia”, con una “visibilidad de medio y largo plazo” por el contexto inflacionista y de precios energéticos actual. Así, Reynés avanzaba “poder dar una buena noticia en lo relacionado con la estabilidad de los precios”.

El propio presidente también se ha pronunciado en las últimas semanas sobre los problemas derivados del encarecimiento energético en Europa, abogando por eliminar la especulación y el índice holandés TFF como referencia del precio del gas. Reynés ha cuestionado la utilidad del TFF holandés sobre el sistema financiero y sus derivados y si "realmente dice algo o no respecto a lo que nos afecta a muchos países, que no sean la propia Holanda".