La holandesa Ferrovial ha elegido un museo históricamente relacionado con Rusia para la celebración de su primera junta ordinaria de accionistas fuera de España. La multinacional de la familia del Pino cumple esta semana un año como empresa radicada en Países Bajos tras la fuga de su país natal, ratificada por el 93% de sus accionistas el pasado 13 de abril de 2023, en la que fue la última junta de accionistas celebrada por la constructora en España, concretamente en el madrileño Paseo de la Habana. La compañía hizo las maletas hace un año para mudarse a Ámsterdam, capital de Países Bajos, como parte de su plan de internacionalización. O al menos eso explicó sobre el papel a sus accionistas. 

Así las cosas, la constructora holandesa ha convocado un año después a sus accionistas a la junta ordinaria este jueves 11 de abril y lo hace en Ámsterdam, donde ha situado su sede social desde abril de 2023. Para ello, la multinacional de los del Pino ha elegido el museo H'ART, un histórico edificio situado en el centro de la capital de Países Bajos, al lado del río Amstel, que, hasta hace dos años, dependía de Rusia.

El museo H'ART ha sido durante años una sucursal del museo Hermitage, uno de los principales atractivos turísticos y culturales de San Petersbusrgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, solo superada por Moscú, y uno de los símbolos de la cultura de dicho país. El museo tomó la decisión de independizarse del Hermitage en febrero de 2022 tras la invasión de Ucrania por parte de las tropas rusas de Vladimir Putin y, desde entonces, funciona de forma independiente. No obstante, el museo es conocido en Ámsterdam por sus exposiciones sobre la relación entre Países Bajos y Rusia a lo largo de la historia.

Ferrovial convoca a sus accionistas a las 14 horas 

La holandesa Ferrovial ha elegido este lugar por sus características e infraestructuras para reunir a sus accionistas de forma ordinaria en el primer encuentro que celebrará en su nuevo país tras su fuga de España. La constructora ha convocado a sus accionistas a las 14 horas del mediodía -una hora poco habitual en España para celebrar una junta de accionistas o cualquier otra reunión empresarial- al encuentro ordinario que tendrá lugar en el museo H'ART de forma presencial y que también podrá seguirse de forma online para los propietarios de las acciones que así lo deseen. 

El orden del día de la junta de Ferrovial no contempla ninguna decisión clave en su negocio -y más teniendo en cuenta que en la última sometió a la aprobación de los accionistas su fuga de España-, sino que no se salen de lo habitual en este tipo de reuniones. De hecho, solo destaca la ratificación del reparto de un dividendo por valor de 550 millones de euros entre los propios accionistas o la reelección de EY como auditor externo de las cuentas para el ejercicio 2024.

El orden del día contempla también la renovación de la autorización al consejo de administración de la compañía para adquirir acciones propias, así como la autorización para limitar o excluir el derecho de suscripción preferente. De aprobarse, se sustituiría la actual designación del consejo como órgano social autorizado para acordar la limitación o exclusión del derecho de suscripción preferente con fines generales y para recomprar acciones propias. Asimismo, el consejo de Ferrovial lleva también a la junta la votación de la amortización de acciones ordinarias para que el consejo pueda proceder a dicha amortización. Finalmente, el consejo será quien determine el número de acciones ordinarias a amortizar, un proceso que podría llevarse a cabo en uno o más tramos.

Ni rastro del plan Wall Street en el orden del día 

El orden del día diseñado por el consejo de Ferrovial para la junta de accionistas no contempla ningún punto sobre el plan de internalización de la constructora, ni siquiera sobre su desembarco en Wall Street. Y es que Ferrovial planteó desde el principio su estreno en Wall Street, como una cotizada más del mayor parqué bursátil del mundo, como su objetivo principal del plan presentado a sus accionistas hace un año. Una realidad en la que la compañía holandesa ha fracasado ya que no ha cumplido con los plazos diseñados por ella misma. 

El plan de Ferrovial pasaba por empezar a cotizar en el parqué norteamericano en el primer trimestre del año, algo que a fecha 10 de abril aún no ha ocurrido, a falta del visto bueno de la SEC, el regulador bursátil de Estados Unidos. Desde la compañía explican que se trata simplemente de un retraso burocrático ya que Ferrovial debe adaptarse a la legislación y normativa estadounidense antes de lanzarse a cotizar en su mercado. La constructora debe adaptar sus cuentas financieras y sus informes de gestión, también sometidos al visto bueno de sus accionistas este jueves, para cumplir con la normativa de la Administración Biden y de la SEC y solo así podrá cumplir su objetivo: convertirse en una cotizada de Wall Street. 

¿Hablará Rafael del Pino en inglés? 

La parte más interesante de la junta será, por tanto, el repaso que la cúpula de Ferrovial -tanto su presidente y máximo accionista, Rafael del Pino, como el consejero delegado, Ignacio Madridejos- haga sobre su primer año como empresa holandesa y ya no española. El propio del Pino anunció hace un año, en la junta ordinaria de 2023, que realizaría su discurso ante los accionistas en inglés aunque, ya en ese momento, prometió a los propietarios de las acciones de Ferrovial ofrecer traducción simultánea o la opción de seguir la junta en castellano, ante algunas de las quejas y miedos comunicados a la propia cúpula en la que fue la última reunión de accionistas de Ferrovial en España. La propia multinacional holandesa ha confirmado ya en su convocatoria de la junta que se celebrará en inglés, con la opción de traducción simultánea al castellano para los accionistas que así lo deseen. 

En esta línea, es de esperar que también en la reunión anual ordinaria de los accionistas de Ferrovial este 2024 se produzcan varias intervenciones durante el turno de ruegos y preguntas en las que los propietarios de las acciones de la compañía pregunten a la cúpula, entre otros, sobre los nuevos plazos para el desembarco de la compañía en Wall Street o sobre la investigación actual del Gobierno de España para revelar la motivación real del plan de fuga de Ferrovial. Es decir, si se fue solo para cumplir con su plan de internacionalización, siguiendo su objetivo Wall Street, o si, por el contrario, como aseguran algunos sectores, lo hizo por motivos fiscales. Todo ello un año después de escenificar su marcha de España en una junta de accionistas histórica, la última celebrada en Madrid.