El Ejecutivo, los organismos económicos nacionales e internacionales y los reguladores empresariales como la CNMV esperan con ansia la resolución sobre el cambio de sede a Países Bajos que anunció Ferrovial el pasado mes de febrero. Este jueves 13 de abril, la compañía dirigida por la familia del Pino celebra su Junta de Accionistas, el último paso antes de hacer efectiva su ‘fuga empresarial’.  Un cambio de sede que, por más que la constructora y adjudicataria aún española, se empeñe en ocultar bajo la excusa de cotizar en el mercado bursátil estadounidense, responde más a motivos fiscales que a cualquier otro argumento, tal y como han apuntado numerosos analistas y expertos.

La que promete ser la cita empresarial del año, se celebrará este jueves en un clima tensionado a causa de los dimes y diretes en el seno del clan del Pino con la negativa de uno de los hermanos, Leopoldo del Pino, al cambio de sede. Un clima que ha traspasado las puertas familiares y se ha trasladado a la relación entre la compañía y el Gobierno, tal y como ha dejado patente el cruce de misivas entre el consejero delegado de Ferrovial, Ignacio Madridejos, y el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés.

Los motivos de Ferrovial desmontados por la CNMV

Desde que la compañía hiciera publicas sus intenciones de abandonar España, han sido muchas las voces autorizadas que apuntaban a que las verdaderas razones que motivaban la decisión de la compañía eran, sin duda, fiscales. Un argumento que la firma no ha dejado de desmentir asegurando que el traslado responde únicamente a motivos de negocio y rentabilidad y no a un menor pago de impuestos.

Uno de los que apuntó en esta dirección fue la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que actúa como regulador y organismo superior. Todas las cotizadas, entre ellas Ferrovial, deben trasladar a la CNMV sus propuestas de acuerdos, sus informes de remuneraciones o sus resultados financieros, por lo que el regulador fue el primero en recibir la propuesta del consejo de administración de Ferrovial para irse de España. La multinacional de la familia del Pino explicaba desde el primer momento que la intención de irse de España correspondía a su objetivo de llegar a cotizar en Wall Street, con el paso previo de hacerlo en el mercado bursátil de Ámsterdam.

Sin embargo, tanto la CNMV como la embajadora estadounidense en España no tardaron en echar por tierra la excusa esgrimida por Ferrovial al asegurar que la compañía puede cotizar perfectamente en la bolsa estadounidense desde su sede en Madrid, algo que hacen diversas empresas del Ibex 35, aunque no en el mercado bursátil de los EEUU de forma concreta.

Con respecto a la seguridad jurídica que alegaba la multinacional, argumento que luego matizó, y los motivos de negocio y rentabilidad, la CNMV respondió abiertamente, una respuesta a la que puso voz la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño: “Los empresarios saben muy bien que no hay inseguridad jurídica, que se están atrayendo múltiples inversiones internacionales, proyectos millonarios. La economía española está considerada como especialmente atractiva, precisamente por la seguridad jurídica y la estabilidad económica”.

La titular de Economía argumentaba también que en búsqueda de rentabilidad “podría haberse ido a Alemania si buscaban la triple A (calificación de deuda máxima que también tiene Países Bajos)”. Por su parte, la calificación española está unos escalones por debajo, contando con una A, pero se mantiene por encima de la calificación de Ferrovial (Triple B).

A pesar de que existen grandes economías europeas con esta calificación triple A, Ferrovial ha optado por trasladar su sede a la que menor cargar fiscal presenta. “Países Bajos ha mejorado mucho, en parte, gracias a la presión de las instituciones y de países como España”, ha señalaba la ministra en referencia al marco fiscal de la zona euro, pero todavía se mantiene, como “una competencia a la baja que nos empobrece a todos”. 

El cruce de misivas entre Ferrovial y el Gobierno

El cruce de misivas entre el Ministerio de Economía y la ejecutiva de Ferrovial lleva desde principios de semana caldeando la Junta de Accionistas convocada para el jueves. El lunes, el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, hizo a saber a la compañía a través de una carta enviada a Ignacio Madridejos, consejero delegado de la constructora, los erróneos argumentos económicos esgrimidos por Ferrovial para justificar su cambio de sede.

El documento remitido desde el ministerio fue enviado “con el fin de poder informar adecuadamente a su Junta General sobre las distintas opciones en este ámbito, así como sobre sus posibles riesgos o contingencias”. La intención del Gobierno es que dicho documento pudiera ser leído en la Junta de Accionistas para que estos tomen una decisión teniendo en cuenta la posición del Ejecutivo.

Una carta que, a penas 24 horas más tarde fue respondida duramente por la compañía. Una misiva, la remitida desde Ferrovial, en la que se exigía "respeto" a los accionistas si estos deciden votar finalmente a favor de la ‘fuga empresarial’. Además, en el documento la compañía exponía el no compartir “de modo alguno” las afirmaciones del Ejecutivo.

Un abanico de razones dadas por voces autorizadas que la firma se empeñaba en desmentir. "La doble cotización desde los Países Bajos es una alternativa expedita y bien conocida, mientras que la posibilidad de lograrla desde España carece de precedentes y se encuentra sujeta a interrogantes técnicos y operativos que, en el mejor de los casos, harían incierto el calendario de su hipotética implementación. Por tanto, el consejo de administración de Ferrovial ha considerado preferible para el interés social recurrir a vías ya contrastadas de cotización directa", trasladaba Ferrovial en su carta.

Madridejos se revolvía así contra el Ejecutivo y aseveraba que "la secretaría de Estado de Economía no debería prejuzgar ni condicionar el criterio puramente técnico que correspondería aplicar a otros organismos". Ferrovial parece intentar defenderse ahora al argumentar que la decisión del traslado responde a “una pluralidad de razones” y no solo al objetivo de cotizar en Wall Street.

Los votos que necesita Ferrovial para consumar su ‘fuga empresarial’

En consonancia con el alto porcentaje de inversores internacionales de la firma se espera que la decisión que ha de ser tomada en el seno de la Junta de Accionistas sea favorable al traslado. A pesar del voto en contra de Leopoldo del Pino, la previsión es que el cambo de sede se apruebe con una amplia mayoría a favor.

El propio Leopoldo del Pino cuenta con apenas un 4,25% de participación en el accionariado de Ferrovial, siendo el cuarto máximo accionista de la compañía, pero superado por su hermano y presidente, Rafael del Pino, con el 20,45%; y también por su otra hermana, María del Pino, con un 8,20%. El tercero de Ferrovial es el fondo TCI, con un 6,5% conjunto de forma indirecta e indirecta.

Un voto en contra, el de Leopoldo del Pino que, al menos en un inicio, hubiera sido compartido por el fondo Norges Bank, uno de los minoritarios en el capital de Ferrovial, con apenas un 1,5% de participación que justificaba su no ante el riesgo de pérdida de poder de los inversores minoritarios, como él mismo, en la toma de decisiones de la compañía. Una postura que el macrofondo de inversión noruego ha corregido la mañana de este miércoles.

Para finalmente culminar el proceso de traslado, la compañía necesita la mayoría absoluta del quórum que se celebrará este jueves. Las últimas convocatorias de la multinacional han contado con un respaldo habitual del 70% de accionistas. Un porcentaje que se prevé superior este jueves por el revuelo creado por la compañía tras anunciar su intención de marcharse de España a finales de febrero.

Por el momento se descuenta el voto positivo de Rafael del Pino Calvo-Sotelo como presidente y máximo accionista de la compañía, con un 20,45% del capital, por ser precisamente el líder del consejo de administración, órgano que propuso la mudanza de la sede social de la compañía a Países Bajos. Algunos medios de comunicación especializados descuentan también el voto positivo de su hermana y segunda máxima accionista, María del Pino Calvo-Sotelo, con alrededor de un 8% del capital de la empresa familiar. Parece que el tercer accionista, por encima incluso de Leopoldo del Pino, el fondo The Children's Investment Fund Management (TCI), también votaría a favor de la marcha de Ferrovial de España el próximo jueves. No obstante, habrá que esperar al mediodía del jueves para conocer el resultado de la junta de accionistas.