Endesa se desmarca del resto del sector energético y ha cerrado el primer semestre del año con una caída de su beneficio frente al mismo periodo del año anterior. El resultado neto de la eléctrica, dependiente de la italiana Enel, ha sido de 800 millones de euros al cierre de junio, un 9% menos que en el mismo periodo de 2023. Así lo reflejan las cuentas financieras trimestrales presentadas este miércoles por la energética, coincidiendo en el tiempo con otros gigantes del sector como Repsol o Iberdrola.
A pesar de la caída del beneficio en la primera mitad del año, la eléctrica, controlada por la matriz italiana Enel, asegura que sus resultados le permiten reafirmar ante el mercado el cumplimiento de sus principales objetivos financieros marcados para este 2024. Estas metas pasan por lograr un resultado bruto de explotación (ebitda) de entre 4.900 y 5.200 millones, y un resultado ordinario neto de 1.600-1.700 millones.
José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha celebrado los resultados a pesar de la caída del beneficio. “Nuestros resultados nos sitúan en la senda de conseguir los objetivos marcados para 2024. Nuestra estrategia integrada sustenta una gestión efectiva del contexto de volatilidad. Estamos además optimizando nuestra cartera de clientes para incrementar la lealtad de los que aportan más valor, al tiempo que identificamos que existe una oportunidad regulatoria única para apoyar los objetivos de transición energética en España”, defiende el directivo.
La compañía ha situado el ebitda en los 2.413 millones de euros al cierre de junio, lo que supone también una caída del 2,5% respecto al año anterior. Endesa explica esta caída por la normalización del negocio de generación térmica convencional, compensada, según la compañía, por el crecimiento en renovables, comercialización y redes.
En cuanto a la caída del resultado neto, un 9% menos, la compañía explica que se trata de la normalización de su evolución tras un primer trimestre afectado por el registro del pago del impuesto extraordinario del 1,2% para el sector energético, efectuado en el primer trimestre. El resultado ordinario neto de Endesa el indicador que se tiene en cuenta para el reparto del dividendo, cae también un 12% hasta los 772 millones de euros. La compañía mantiene que el flujo de caja se ha recuperado de forma sólida, con 1.025 millones de euros respecto a los tres primeros meses del año hasta sumar 1.192 millones en el primer semestre. La eléctrica refleja también en sus cuentas la caída de los precios mayoristas de la electricidad.
La inversión de Endesa cae un 16%
Por otro lado, la potencia renovable instalada por Endesa en la Península Ibérica se ha incrementado un 9% desde el cierre del primer semestre de 2023, hasta los 10.100MW. Con ello, y gracias al fuerte incremento interanual de la generación hidroeléctrica, la producción peninsular libre de emisiones, incluyendo la nuclear, se sitúa en el 90% del total en el semestre, ocho puntos más que hace un año.
No obstante, la inversión en este primer semestre ha sido de 924 millones de euros, un 16% menos que hace un año, por una estrategia que la compañía defiende como "la orientación de examinar más selectivamente y con criterios de eficiencia dónde comprometer capital de la compañía". Es decir, por elegir mejor donde invertir su dinero. Según las cifras presentadas hoy, el 70% de la inversión de Endesa se destinó a redes, con un 44%, y a las energías renovables, con un 22%. Además, la compañía ha avanzado que prevé cerrar en las próximas fechas el proceso de venta de una participación minoritaria en la cartera de proyectos solares en operación en España, con un total de 2.000 megavatios, reduciendo así su presencia y su papel en el que es su país natal.
Por otro lado, Endesa hace referencia en sus cuentas semestrales a la "fuerte competencia" en el negocio de comercialización de electricidad y gas. En cifras, la compañía cerró el mes de junio con 6,7 millones de clientes en el mercado libre. En esta línea, mantiene que su estrategia pasa por centrarse en "afianzar la lealtad de aquellos que más valor aporten". La compañía defiende que ha podido suministrar el 81% de la electricidad que vende a precio fijo a todo tipo de clientes con su producción propia libre de emisiones.
En el negocio del gas, la menor utilización de ciclos combinados y el descenso del consumo generalizado ha reducido un 20% el volumen comercializado, hasta 36 TWh, un 20% menos que en la primera mitad de 2023. El margen se recupera hasta aproximadamente 2 euros/MWh, cerca del promedio que la eléctrica estima para todo el ejercicio 2024.
En términos puramente financieros, la deuda neta de Endesa ha aumentado en el primer semestre hasta los 10.800 millones de euros, mientras que en términos brutos se redujo un 1%, hasta los 13.600 millones. Por su parte, el coste del pasivo se situó en el 3,6% desde el 3,2% de final del pasado año y la ratio de apalancamiento, es decir, la deuda financiera neta en relación al ebitda de los últimos 12 meses, se mantuvo prácticamente estable.