La tasa de absentismo en España ha crecido en el último año un 5% y desde 2014, el 21%, lo que la sitúa en un nuevo máximo histórico, según un informe de Adecco, conocido este miércoles.

En rueda de prensa, esta mañana, en Madrid, Adecco ha presentado su VII Informe sobre Absentismo Laboral, que refleja que los sectores más afectados son servicios (una tasa del 5,1%), industria (5,1%) y construcción (3,4%). Del total de procesos de baja por incapacidad temporal el pasado año, el 86,36% se derivan de contingencia común (accidente no laboral o enfermedad común), y el 13,64%, de origen profesional (accidentes de trabajo o enfermedades profesionales).

El informe de Adecco ha sido realizado con la colaboración de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), FREMAP, la Universidad Carlos III de Madrid, la UNED y Sánchez de León Abogados.

Por edades
La incidencia de los procesos disminuye en función de la edad, de forma que, en el grupo de hasta 34 años, se alcanza el mayor índice (33,64 en hombres y 41,33% en mujeres). Sin embargo, el índice de días de baja se incrementa considerablemente a medida que aumenta la edad. Los mayores de 49 años alcanzan el mayor índice con 1.692 días de baja por cada 100 hombres y 2.237 días por cada 100 mujeres.

Se deja sin producir 63.577 millones de euros
En 2017 se han producido 4.625.484 procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes, un 8,30% más que en 2016, cuando la población media protegida ha crecido sólo un 3,69%. El coste del absentismo por incapacidad temporal por contingencias comunes tiene un valor que asciende a 76.449,53 millones de euros, lo que supone un incremento del 10,58% interanual, y el coste de oportunidad, en términos de la producción de bienes y servicios que se dejaron de producir asciende a 63.577,16 millones de euros, es decir, un 5,46% del PIB.

El 67% de las bajas por incapacidad temportal se concentran en cuatro grupos de diagnóstico: infecciosas (8,76 bajas por cada 100 trabajadores y una duración media de 8,33 días), trastornos musculoesqueléticos (8,48 procesos y 54,62 días), traumáticos (3,26 procesos y 48,80 días) y psiquiatría (1,68 procesos y 95,65 días).

El mayor absentismo, en sanidad y administración pública
Las mayores tasas de absentismo se producen en la sanidad y administración pública y se dan en mayor medida en las mujeres. Según han explicado los expertos que han elaborado el estudio, "hay que hacer una mención a las bajas por maternidad, por riesgo durante el embarazo y durante la lactancia".

El embarazo, una causa determinante en las cifras
"La variable embarazo se incluye en el cómputo del absentismo femenino, tanto en su vertiente previa (incapacidad temporal y riesgo durante el embarazo) como posterior (maternidad y riesgo durante la lactancia)", dicen los expertos, que recomiendan evitar este efecto con la creación de una situación de baja especial provocada por las molestias del embarazo en la línea de la baja por riesgo durante el embarazo con el fin de eliminar su cómputo como parte de este tipo de bajas.

Los expertos también proponen igualar el permiso de paternidad al de maternidad a 10 semanas, de acuerdo con las propuestas europeas con el fin de garantizar el cuidado del menor y otras seis para la madre, en caso de parto, a los efectos de proteger su salud.

Conciliación de la vida familiar
El informe subraya al respecto que "la conciliación de la vida familiar y laboral y la doble consecuencia de la doble jornada es otra causa que influye en el incremento de la tasa de absentismo femenino" y recuerda que "la Comisión Europea ha señalado recientemente que es preciso establecer políticas que colaboren en el aumento de la infrarrepresentación actual de las mujeres en el mercado de trabajo y en su progresión profesional mediante una política moderna de conciliación de la vida familiar y la vida profesional, las cuales también son positivas para los empresarios, puesto que les ayudará a retener talento, mejorar el clima laboral, aumentar la productividad y a reducir el absentismo".

Los expertos ponen el foco en que hasta ahora la negociación colectiva no ha servido para avanzar en los conceptos de igualdad y no discriminación por razón de género en el mercado laboral. "En muchas ocasiones, las acciones en el ámbito de la colaboración con las responsabilidades familiares terminan tornándose en una especie de discriminación indirecta para las trabajadoras. Como son ellas las que asumen estas tareas, los instrumentos regulados solo son empleados por ellas, lo que redunda en el mantenimiento de la brecha salarial y de los obstáculos en la promoción profesional. Si una de las diferencias fundamentales entre trabajadoras y trabajadores en la asunción de las cargas familiares, el reparto equitativo de ellas llevará, sin duda, a la igualdad en la actividad laboral y, por ende, a la reducción de parte de la tasa femenina de absentismo que ahora provoca las ausencias por estas cuestiones y la asunción de una doble jornada", afirma.

En ese sentido, recomienda "el reconocimiento de un verdadero derecho al ejercicio de la corresponsabilidad, que se desarrollase vía negociación colectiva según las particularidades de cada sector; el desarrollo de instrumentos de corresponsabilidad tales como permisos por asuntos propios o las bolsas de horas; la acumulación del permiso de lactancia; las campañas de sensibilización en materia de reparto de tareas entre hombres y mujeres; y la información sobre sus derecho a los trabajadores con el fin de animarles a utilizarlos;  el avance en la flexibilidad laboral en tiempo y lugar (flexibilidad de entrada y salida para la conciliación de la vida familiar y personal, análisis sobre los efectos perniciosos o no de la desconexión digital, teletrabajo total o parcial, y trabajo por objetivos, no sometido a horarios)", así como "el avance en las medidas públicas en materia de servicios de cuidaos dirigidos tanto a los menores como a los mayores con el objeto de evitar su asunción por los trabajadores".