La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado la fusión entre Unicaja Banco y Liberbank en primera fase, una operación que está sujeta al cumplimiento de una serie de compromisos. Según la CNMC los efectos de la operación se centran en el sector bancario y, en concreto, en el mercado de banca minorista.

La Comisión ha autorizado la absorción de Liberbank por parte de Unicaja Banco ya que  "no supondrá una amenaza para la competencia efectiva en este mercado a nivel nacional porque las cuotas resultantes no son relevantes, la adición es reducida y existen competidores importantes". 

Sin embargo, la CNMC ha detectado que la fusión sí que supone una amenaza para la competencia efectiva en el mercado de sucursales a nivel provincial, especialmente en Cáceres, de manera que ha llevado a cabo un análisis local identificando los códigos postales donde ambas entidades solapan sus actividades. A partir de 18 códigos postales en los que se produce solapamiento de las partes en sucursales dentro de la provincia de Cáceres, la CNMC ha identificado que en tres de ellos solo quedará la nueva entidad y un único competidor tras la fusión.

No obstante, Unicaja no quedará en situación de monopolio en estos tres códigos postales, pero la CNMC ha concluido que podrían existir riesgos para los clientes como el aumento de comisiones o de empeoramiento de las condiciones para los actuales clientes de Liberbank en determinados productos. Por su parte, Unicaja se ha comprometido a comunicar a los clientes de Liberbank los posibles cambios de condiciones en productos y servicios como consecuencia de la fusión. 

También se prevé que la sede social del nuevo banco - el quinto de España con un volumen de activos cercano a los 110.000 millones-, continúe estando en Málaga, aunque contará además con centros operativos en Oviedo y en Madrid.