La incertidumbre sobre el presente y el futuro de Talgo no cesa. Ahora, a punto de cerrar el mes de enero, aparece un nuevo interesado en entrar en el capital de la compañía que competiría en la carrera por el 29,9% de Trilantic con Sidenor. Se trata de un inversor extranjero que, además, tiene carácter público. El fondo polaco PFR, dueño del también fabricante de material ferroviario Pesa, ha confirmado su interés por entrar en el capital de Talgo en los últimos días, asegurando que se trata de una empresa "muy interesante". Pero para ello necesita un acompañante y se ha confesado abierto a alcanzar acuerdos estratégicos con inversores nacionales para poder lanzar una "oferta amistosa" por el capital de Talgo.  

El Fondo de Desarrollo de Polonia (PFR por sus siglas en polaco) ha sido una de las últimas opciones que han irrumpido en el presente y futuro del fabricante de trenes nacional. Junto a ella, también la india Jupiter Wagons ha revelado su interés por hacerse con casi ese tercio del capital de Talgo, en manos del fondo Trilantic. Ambos dos inversores extranjeros que han aparecido en un momento en que la opción de Sidenor parecía la ideal, y casi cerrada, para proteger la producción de Talgo. Sidenor, como empresa siderúrgica vasca, contaba con el visto bueno del Gobierno vasco, del Gobierno central, con el apoyo económico de las fundaciones vascas y, lo más importante, con la experiencia y capacidad suficiente para hacer frente a la cartera de pedidos de Talgo a nivel industrial.

El Gobierno vetó la opa húngara

Sin embargo, el 2024 ha terminado sin una decisión clara en el consejo de administración de la compañía. El problema con la oferta de Sidenor parece estar en el precio que ofrece por las acciones de Trilantic en Talgo, alrededor de los 4 euros, frente a los 5 euros que ofreció en su momento el grupo húngaro Ganz-Mavag, propietario de la compañía Magyar Vagon, también con fuertes relaciones con su gobierno local. No obstante, el Ejecutivo central vetó la opa que quería lanzar la húngara, con fuertes vínculos con el Gobierno de ultraderecha de Viktor Orban, por considerar que no protegía la "seguridad nacional" ni la autonomía estratégica española. 

Y es que el escudo antiopas diseñado por el Gobierno en pandemia -en un limbo sin aplicación en los últimos días por los votos en contra de PP y Junts- permite que el Ejecutivo pueda proteger la autonomía estratégica y la "españolidad" de aquellas empresas que considera "estratégicas" para la sociedad. Talgo es una de ellas y por ese motivo el Ejecutivo ha jugado un papel clave en todo el culebrón y en todos los proceso de negociaciones que se han mantenido en el seno de la compañía desde hace más de un año.

Visitas de directivos de una y otra empresa interesadas, ya fuera de Sidenor dentro de España o de las varias empresas extranjeras que han querido entrar en el capital del fabricante de trenes; visitas de los ministros, como el propio Óscar Puente, a las fábricas que ofrecían su experiencia industrial para ayudar a Talgo con su cartera de pedidos, o una infinidad de reuniones entre las partes protagonistas durante los últimos meses. No solo con la dirección de Talgo al más alto nivel, sino también con sindicatos o incluso encuentros en la Moncloa con los inversores interesados en comprar ese casi 30% de Trilantic en el capital de Talgo. 

Sidenor parecía la solución para Talgo, ¿qué ha cambiado?

Ahora, con Sidenor como la que parecía la solución perfecta para Talgo, el camino se complica para la opción vasca -que protegería su "españolidad"- frente al resto. La aparición de nuevos inversores extranjeros, ahora polacos o indios, después del no del Gobierno a los húngaros, parece haber planteado una nueva opción en la mesa de negociación con Trilantic. Pero, ¿daría ahora el Gobierno su visto bueno a la entrada de un inversor extranjero en Talgo? 

También las cosas han cambiado en este sentido. El ministro de Transportes, Óscar Puente, hombre clave en el caso Talgo, aseguró hace apenas dos semanas que el Ejecutivo vería con buenos ojos la entrada de un inversor extranjero en Talgo siempre que fueran "participaciones minoritarias". Es decir, que no tuvieran el control de una compañía como Talgo, considerada "estratégica" para el Ejecutivo. Así lo aseguró públicamente el ministro, ante los medios de comunicación, durante una visita oficial a Londres para reunirse precisamente con empresas británicas con presencia en España. ¿Fue simplemente un guiño a las empresas extranjeras -Reino Unido ya no pertenece a Europa- o ha cambiado el discurso de Puente, y del Gobierno, por las prisas para asegurar el futuro de Talgo?

Con este cambio de discurso, y la vuelta de la vigencia del escudo antiopas en el plano político, el Ejecutivo vuelve a tener una opinión clave para decidir qué pasa en Talgo. No obstante, parece que el propio Gobierno central se marcó este mes de enero para cerrar el caso y terminar con las negociaciones y la incertidumbre que ha invadido las fábricas de Talgo desde hace más de un año. A miércoles 29 de enero, no parece que haya un acuerdo sobre el presente y el futuro de Talgo, por lo que las negociaciones se extenderán también hacia el mes de febrero, con la previsión ahora de cerrarlas a mitad de mes. Un plazo que vuelve a ampliarse, previsiblemente por la aparición de nuevos interesados en formar parte del accionariado de la compañía. 

Los polacos necesitan un inversor nacional

La opción del fondo polaco PFR, propietario de Pesa, no parece ser mala ya que incluso las compañías han llevado a cabo operaciones conjuntas y acuerdos de colaboración en los últimos años. Pesa y Talgo han trabajado juntas en algunos proyectos a nivel internacional por lo que podría, perfectamente, adaptarse y hacer frente así a las necesidades industriales que tiene la compañía. Es más, fuentes del fondo polaco mantienen que la de Talgo sería una oferta industrial complementaria a la de Pesa, que en estos momentos no cuenta con trenes de alta velocidad, a diferencia de la española, con pedidos para Renfe en cartera. 

El detalle es que Pesa, o más bien el fondo estatal, está buscando un socio inversor, puramente financiero, a nivel nacional. Esto es lo que, en base a las palabras de Puente en Londres, podría permitirle pasar el trámite del Ejecutivo a la hora aprobar, o no, la opa amistosa que pretende lanzar por el 29,9% de Trilantic. ¿Quién es ese inversor nacional que busca Pesa? Por un lado, aparece el nombre de CriteriaCaixa, el mayor inversor nacional en estos momentos, que ya habría estado presente en algún momento en las negociaciones para entrar en Talgo, siempre como inversor financiero en apoyo a un socio industrial. Fuentes de CriteriaCaixa prefieren no hacer comentarios sobre la posibilidad de que sean ellos quienes entren finalmente en Talgo. 

Por otro lado, la SEPI podría ser ese inversor nacional -¿qué hay más nacional que un fondo de inversión público dependiente del Estado?- que buscan los polacos. Una combinación de fondos públicos, polaco y español, que contaría con el visto bueno del Ejecutivo ya que la SEPI es el organismo de inversión dependiente del propio Ministerio de Hacienda. ¿Podría aparecer otro inversor nacional con la capacidad financiera suficiente para salvar a Talgo de morir de éxito? También puede ser. Por su parte, el fondo polaco ha defendido en las últimas horas que cualquier potencial cooperación entre las dos compañías, ellos y una española, representará "un proyecto industrial atractivo para España". Y es que el objetivo del fondo estatal polaco es, en todo momento, proteger la "españolidad" de Talgo, tal y como ha dejado claro en sus intenciones. 

¿Pesa, Jupiter Wagons o la vasca Sidenor?

En caso de que el fondo polaco finalmente encuentre su inversor, y apoyo, en España, su intención pasa por lanzar una opa amistosa sobre el capital de Talgo. Otra opa más. En este caso, la diferencia frente a otras opas como la del BBVA-Sabadell es que esta se lanzaría de forma amistosa, con previa comunicación a los accionistas y a la propia dirección de Talgo y en la que los accionistas dispuestos a vender tendrían que decidir si les compensa o no el precio que oferta PFR, y el inversor nacional, por las acciones de la compañía. Y es que el problema con las últimas ofertas presentadas en la mesa de negociación de Talgo estarían precisamente en el precio al que quieren comprar los títulos. 

Si algo han dejado claro desde el fondo público polaco es que su intención en la opa amistosa es que todos los accionistas de la compañía estén cómodos. Por el momento, PFR ha contratado ya al banco francés Société Générale para analizar una oferta en firme sobre Talgo, como también ha hecho la india Jupiter Wagons en paralelo. Dos inversores extranjeros que se suman a la carrera por Talgo. Habrá que esperar a mediados de febrero a ver si, por un lado, el fondo polaco encuentra su inversor nacional y si, en paralelo, los indios deciden lanzar su propia oferta por el capital de Talgo. A todo esto, Sidenor y el Gobierno vasco no dejan de reiterar su interés e intención de entrar en el capital de Talgo, una operación que ya tendría todos los vistos buenos necesarios para cerrarse a todos los niveles.