La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha comenzado su intervención en la junta general de accionistas, celebrada este viernes 1 de abril de forma híbrida, advirtiendo de una posible estanflación. En concreto, ha alertado de que la falta de exportaciones alimentarias procedentes de Ucrania y Rusia “podría provocar una mayor inflación y, al mismo tiempo, de menor crecimiento económico”. “Es necesario el equilibrio de las políticas fiscales”, ha asegurado la máxima directiva del Banco Santander.

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Botín ha informado a los accionistas sobre los efectos de la guerra de Ucrania sobre la sociedad y el negocio del banco, a pesar de tener una exposición crediticia de apenas 80 millones de euros en los mercados de Rusia y Ucrania. En esta línea, ha llamado a reducir la dependencia energética de la Unión Europea al petróleo y gas rusos, con una posición clave para los bancos, a través de la mayor financiación de proyectos de energías renovables.

Además, la falta de materiales de producción procedentes de Rusia como el níquel o el aluminio podrían agravar la crisis del sector de la automoción, según la directiva. “No debemos minimizar el efecto”, ha reclamado tras conocerse las cifras de inflación en España y en la eurozona. Banco Santander prevé así un “crecimiento más lento de lo esperado a principios de año” y aboga por “aprovechar al máximo y lo antes posibles los fondos europeos”.

“La invasión de Ucrania ha puesto de manifiesto la necesidad de cambiar las políticas energéticas” -ha asegurado Botín- “Es necesario apoyar a las empresas y ciudadanos en su transición hacia una ecología verde. Serán necesarios incentivos para alcanzar una transición justa y responsable”.

"La remuneración al accionista seguirá siendo nuestra prioridad"

Las previsiones del banco pasan por “generar confianza para impulsar la inversión privada”, para proteger especialmente a las pymes y consumidores más vulnerables. No obstante, Botín ha recalcado que “nuestra mejora de la competitividad y remuneración al accionista seguirá siendo nuestra prioridad”, con el objetivo de alcanzar un payout del 40% a partir del “sólido balance” de la entidad.

La junta de accionistas de Banco Santander se celebra este viernes con el objetivo de aprobar las cuentas anuales y la gestión social, los resultados económicos de 2021, los nombramientos del consejo de administración, la reelección del auditor de cuentas externo para este ejercicio 2022, la modificación de algunos estatutos o del reglamento de la junta general, así como la política de remuneraciones, entre los principales puntos del día.

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En el caso de los miembros del consejo de administración, el tercer punto del día, está previsto el nombramiento de Germán de la Fuente y la reelección de consejeros anteriores como Henrique de Castro, Belén Romana, Luis Isasi, Sergio Rial o el propio consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez.

Además, los accionistas de Banco Santander aprobarán el reparto de un dividendo complementario en efectivo de 5,15 céntimos de euro por acción, pagadero a partir del próximo 2 de mayo. Junto con el primer dividendo, pagado en noviembre de 2021, el dividendo en efectivo total con cargo a 2021 quedará en los 10 céntimos de euro. Incluidas las recompras de acciones, la retribución total a los accionistas con cargo a 2021 será de unos 3.400 millones de euros, lo que equivale a una rentabilidad por dividendo del 7%.

Botín ha confirmado así que el banco mantendrá su objetivo de remunerar al accionista con el equivalente al 40% del beneficio ordinario y recalca los objetivos del banco a medio plazo: un retorno sobre el capital tangible ordinario de en torno al 15% y una ratio de eficiencia de aproximadamente el 40%, al tiempo que mantiene una ratio CET1 fully loaded del 12%.