BBVA ha obtenido la autorización del regulador de Competencia de México, Cofece, para materializar la opa sobre Banco Sabadell. La Comisión Federal de Competencia Económica de México (Cofece) ha aprobado la operación por la que BBVA adquiriría indirectamente las acciones que Banco Sabadell posee en varias subsidiarias en México, al otro lado del Atlántico, en caso de que la operación financiera del año salga adelante. 

En su análisis, la autoridad de Competencia mexicana ha concluido que la operación BBVA-Sabadell no generaría riesgos para la competencia en el sector bancario del país. Mientras tanto, BBVA y el Sabadell están a la espera de que la autoridad de Competencia española emita el resultado de su análisis, que ha pasado a fase 2, y que no se prevé ya hasta mediados de 2025. Al contrario de lo que ocurre en el sector financiero mexicano, parece que el regulador español sí que habría observado cierto impacto negativo de materializarse la operación, especialmente sobre las pymes españolas. 

La autoridad mexicana ha concluido tras su estudio que “la operación notificada tendría pocas probabilidades de afectar al proceso de competencia y libre concurrencia económica”. Es por eso por lo que habría dado el visto bueno a la operación en su mercado. Y es que la operación propuesta por BBVA sobre Banco Sabadell incluye la adquisición indirecta de la participación de la filial bancaria de Banco Sabadell en México, así como del resto de sus sociedades subsidiarias.

BBVA defiende que, con la autorización del regulador de México, continúa avanzando en el proceso regulatorio de la opa. El banco mantiene haber obtenido ya "dos de las aprobaciones más relevantes", la de la Prudential Regulation Authority (PRA) del Reino Unido y, asimismo, la no oposición del Banco Central Europeo (BCE) a la operación, recibidas con fecha 3 y 5 de septiembre respectivamente. También la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea finalizó la revisión de la operación bajo el Reglamento Europeo de Subvenciones Extranjeras sin plantear objeciones a finales de noviembre, hace apenas un mes. 

Al BBVA le faltan las autorizaciones más importantes

Sin embargo, al BBVA le faltan las dos autorizaciones más importantes y decisivas para materializar la opa en la práctica. Se trata del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) españolas. Ambas autorizaciones son necesarias para avanzar con la operación y, tal y como han explicado los líderes de ambos organismos en las últimas semanas, la CNMV no dará el ok a la operación hasta no obtener el visto bueno del regulador de Competencia. 

Este visto bueno se está retrasando más de lo previsto en los planes de BBVA ya que el regulador ha decidido pasar a fase 2 su estudio, especialmente por el impacto que tendría la operación sobre las pymes. Fuentes conocedoras de la operación avanzan ya que el resultado podría no conocerse hasta mediados de 2025. Nada más pasar a fase 2, multitud de asociaciones empresariales, sindicatos y patronales se han personado ante la CNMC para participar en esta segunda fase de análisis, además del Sabadell, que fue el primero en hacerlo. A punto de cerrar el año, Competencia solo ha admitido la personación de Banco Sabadell en el estudio como uno de los protagonistas de la operación. 

Una vez obtenido el visto bueno de los dos reguladores, el siguiente paso de la opa -igual o más que decisivo que el resultado del análisis de la CNMC y la CNMV- es la opinión de los accionistas del Sabadell sobre la operación. Los propietarios de las acciones de Banco Sabadell son los que tienen la última palabra en la operación y es que son ellos quienes tienen que decidir, una vez llegado el momento, si aceptan la oferta de canje de acciones lanzada por BBVA para hacerse con los títulos del Sabadell o si, por el contrario, prefieren seguir siendo accionistas de la entidad alicantina.

Por el momento, los accionistas minoristas del Sabadell ya han dejado clara su posición en contra de la opa e incluso se unieron para hacer fuerza. También ellos pidieron personarse en el estudio de la CNMC, sin haber sido autorizado finalmente por Competencia. BBVA reconoce que necesita de la aceptación de la oferta por parte de los accionistas de Banco Sabadell que representen, al menos, la mayoría de su capital social, es decir, la mitad más uno. Sin embargo, el retraso de los estudios de la CNMC y la CNMV suponen un retraso mayor aún para que los accionistas del Sabadell tengan que tomar su decisión, por lo que no se espera ya hasta la segunda mitad de 2025 si todo sigue según lo previsto.