Una vez finalizado el recuento, se confirma la victoria holgada de Antonio Garamendi, que ha derrotado a su competidora, Virginia Guinda. Después de dos meses de campaña, desde que se anunciasen los comicios el pasado 21 de septiembre, la sorpresa no ha saltado y el empresario vasco ha revalidado su cargo, lo que le mantendrá al frente de la patronal española durante cuatro años más. Con una diferencia de casi 500 votos, 534 contra 87, la actual dirección ha recibido el apoyo mayoritario de las organizaciones empresariales españolas.

"Es un día alegre, de democracia, donde todos hemos decidido cual va a ser el rumbo de la organización en los próximos cuatro años. Lo más importante es la palabra unidad, tenemos que salir unidos de esta cita. Os invito a que trabajemos, como siempre, juntos. Nos necesitamos todos, son años difíciles. Os prometo que siempre he trabajado para unir y sumar. Espero dar la nota, pero darla bien", ha celebrado el vencedor, desde el Auditorio Nacional, tras confirmarse los resultados. 

Finalmente, a pesar de la polvareda levantada a última hora con el anuncio de la candidatura de Guinda, vicepresidenta de la patronal catalana (Foment del Treball Nacional); la apuesta de los empresarios de la ciudad condal ha muerto en la orilla, incapaz de plantarle cara a la candidatura continuista, que recabó múltiples apoyos desde el anuncio de las elecciones. Con el 83% del total de los votos (643), Garamendi ha arrasado en las elecciones frente a su competidora, que tan solo ha alcanzado el 13,5% de los votos. El restante, 2,25% y 1,25%, correspondo a los votos en blanco y nulos, respectivamente.

Así, los empresarios han confirmado su apoyo a un equipo de gobierno negociador, que ha alcanzado 14 grandes acuerdos con sindicatos y Gobierno de España, pero que ha endurecido sus posiciones recientemente, coincidiendo con las elecciones patronales. A partir de ahora, habrá que esperar cuál es la posición del empresario de cara a los próximos actos después de recabar tantos apoyos.

De hecho, la gran mayoría de las patronales regionales ya mostraron, desde un principio, su apoyo al consolidado presidente. Entre ellas, destacó la patronal madrileña, CEIM, al ser su presidente, Miguel Garrido, uno de los candidatos que el sector contrario a Garamendi tentó para presentarse. Pero las organizaciones empresariales territoriales no fueron las únicas en trasladar un apoyo. Rápidamente, también como rechazo al encargo de Foment, Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme (patronal de la pequeña y mediana empresa), trasladó su apoyo y el de su organización a Garamendi.

Desde el principio, momento en el que el supuesto rival que se contemplaba era Gerardo Pérez (Faconauto), no convenció el proyecto presentado por Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment, y los apoyos continuaron cayendo del lado de Garamendi. A las anteriormente nombradas les siguió ATA, una de las principales agrupaciones de autónomos, y CEAJE, la representante de los empresarios jóvenes. Rápidamente se sumaron múltiples patronales sectoriales pertenecientes a la construcción (CNC), la metalurgia (Confemetal), supermercados (Asedas) o alimentación (FIAB), entre otras.